Ya sabemos que la compra de un vehículo usado no es igual que la de uno nuevo, recién traído de la fábrica. No es que haya que desconfiar de los vehículos usados, ni mucho menos, pero sí conviene tener en cuenta algunos aspectos, ya que desconocemos el uso que le haya hecho su anterior propietario. Aquí te mostramos los diez errores habituales al comprar un coche de segunda mano:
No leer el historial de averías ni comprobar el kilometraje
Antes de comprar un coche usado, es imprescindible comprobar si ha sufrido alguna avería. Para ello, los motores de gasolina de desde 2001 y diésel desde 2004, incluyen un diagnóstico a bordo y una memoria de averías que se puede consultar en cualquier taller o, también, utilizando un dispositivo de diagnóstico o una aplicación de diagnóstico con un adaptador OBD2.
Además de averiguar si el vehículo tiene algún componente en mal estado, el diagnóstico permite conocer si se ha manipulado el kilometraje. Hay muchos conductores que manipulan el kilometraje que aparece en el cuadro de instrumentos. Sin embargo, el kilometraje real se almacena en la unidad de control y se puede comprobar. Así mismo, deberás fijarte en otros detalles que te pueden dar pistas sobre el kilometraje real del coche, como el desgaste delos pedales o palancas e interruptores desgastados.
No hacer una prueba de conducción
No hace falta insistir mucho en la necesidad de realizar una prueba de conducción. Aunque esto es algo que siempre hay que hacer, incluso con un coche nuevo. Es importante que el motor esté en frío, porque es la única manera de identificar si hay alguna pieza defectuosa y también ver cómo arranca en frío.
A través de una prueba de conducción, puedes advertir fallos como una caja automática que hace las transiciones entre marcha de manera limpia o a tirones, si la dirección está correcta o no mantiene el coche en línea recta, si el aire acondicionado enfría, detectar algún ruido aerodinámico, funcionamiento del ABS y un largo etcétera. En este punto, hay que remarcar la importancia de llevar alguien contigo, ya que dos personas ven y perciben más que una.
No revisarlo en el elevador
Poner el coche en un elevador para comprobar su estado debajo es casi tan importante como la prueba de conducción. Desde un elevador, podrás comprobar si el coche tiene algún resto de óxido, si las juntas del chasis están libres de juego y sus gomas intactas, si los discos de freno tienen filo o si el motor pierde aceite y agua.
No comprobar si hay daños por accidente
Puede que el coche esté reluciente, pero no dejes que te deslumbre. Revisa con atención cada parte de la carrocería para detectar posibles daños y reparaciones por accidente. Para ello, podrías utilizar un dispositivo de medición del espesor del revestimiento que detecta áreas posteriormente pintadas. Igualmente, comprueba si encajan todos los huecos, si las cabeza de los tornillos están rayadas o si hay restos de pintura en los pasos de rueda o en los bajos de la carrocería.
Comprar cuando llueve o hay poca luz
No es recomendable ver un coche cuando hace mal tiempo. El daño en la pintura es más difícil de apreciar si está lloviendo y también se invierte menos tiempo en verificar la tecnología si te estás mojando o tienes que sujetar un paraguas. Pospón la cita. Solo si se trata de un coche descapotable será bueno probarlo bajo la lluvia, para ver si entran gotas de agua en el habitáculo. Y si la cita es un aparcamiento subterráneo oscuro y el dueño no quiere verlo a la luz, despídete.
No abordar tu decisión de manera racional
Cuando estás mirando coches, sobre todo, ese que tanto te gusta, es fácil dejarse llevar por la euforia. Pero debes controlarla y abordar tu decisión de manera racional. También es importante planificar con tiempo suficiente: duerme una noche más cuando te hagan la oferta y, si es posible, llévate el contrato de venta a casa antes de firmarlo y leerlo con detenimiento.
Información insuficiente
Un vendedor de coches de segunda mano reconoce inmediatamente a los clientes desprevenidos. Ten en cuenta los requisitos que debe cumplir el coche para que se adapte a tus necesidades (tamaño, motor, comodidad, conducción, consumo, etc.). Selecciona tus favoritos, infórmate de posibles puntos débiles en revistas especializadas y compara precios en portales de automóviles usados.
No intentar negociar
Siempre es posible un pequeño descuento. No abordar el tema del precio supone perder una oportunidad. La respuesta negativa ya la tienes, no pierdes nada por intentarlo. Y la mayoría de las veces, se consigue un descuento.
Acuerdos verbales
Normalmente, los acuerdos verbales se refieren a aspectos adicionales. Por ejemplo, un juego de neumáticos de invierno a un precio más bajo. Cualquier cosa debe anotarse en el contrato de venta de la manera más específica posible. Con la entrega ocurre lo mismo: hay que establecer un mes o una semana en el calendario, incluso si solo es una fecha de entrega no vinculante.
Sin un traspaso seguro
Finalmente, hay que tener cuidado con el efectivo, si el vendedor parece dudoso o si la entrega se realizará en un lugar extraño. Si compras de manera privada, en caso de duda, la entrega debe realizarse en un lugar seguro y neutral, por ejemplo, frente a un banco donde se pueda retirar dinero. Y nunca vayas solo.
Fuente: Autobild