Vladimir Vasiljevic es su nombre, aunque lo conocía como el Fantasma de Belgrado. La historia de Vlada, como se hacía llamar, se remonta a la Yugoslavia de 1979, en pleno régimen del Mariscal Tito, donde con un Porsche 911 S Targa robado consiguió burlar a la Policía durante 10 noches antes de sufrir un accidente y acabar en prisión dos años. Este acontecimiento, más propio de una película de acción, incluyó persecuciones y una misteriosa muerte.

Incluso el origen del Porsche que robó el Fantasma de Belgrado es llamativo, ya que pertenecía a Ivko Plecevic, una figura del tenis yugoslavo que representó al equipo nacional en la Copa Davis como capitán, llegó a ser campeón varias veces en su país y participó en varias ediciones de torneos tan importantes como Roland Garros o Wimbledon.

Vlada, el Fantasma de Belgrado que con un 911 S Targa robado burló a la Policía durante 10 noches

fantasma de belgrado

Plecevic era propietario en 1979 de un 911 S Targa de 188 CV, un deportivo descapotable capaz de superar holgadamente los 200 km/h de velocidad. Una mañana de septiembre, el tenista descubrió que el coche, aparcado en frente a su casa, había desaparecido. El artífice del robo fue Vlada, quien decidió utilizar el coche como aliado en su peculiar cruzada durante 10 noches desafiando a la Policía.

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Esos días, el Mariscal Tito estaba en Cuba, en la sexta cumbre del Movimiento de Países No Alineados organizada por Fidel Castro. Por lo tanto, la Policía tenía el deber de detener al Fantasma antes del regreso del dictador, ya que el Mariscal acostumbraba a dar un paseo por las calles en cada regreso que hacía al país.

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Para tratar de frenar a Vlada, la Policía contaba con humildes patrulleros Zastrava 1500 y 128, vehículos de una marca yugoslava que tenía licencia de Fiat. Frente a las prestaciones del Porsche 911, los agentes no tenían ninguna oportunidad, a pesar de que el Fantasma seguía el mismo ritual cada noche, pasando por la plaza Slavija, una enorme rotonda de Belgrado con varias salidas.

Fangio lograría detener al Fantasma

Tras dos noches, el boca a boca surtió efecto e hizo un efecto llamada que congregaba a la gente en el lugar para ver el espectáculo. Ante esta situación, la Policía recurrió a los servicios de Dusan Zivkovic, conocido como Fangio, quien a los mandos de su Ford Granada V6 de 160 CV, trataría de dar caza a Vlada.

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Sin embargo, a pesar de su presencia, Vlada consiguió esquivarlo la primera noche. Al día siguiente el Fantasma llamó a una radio para informar de la hora a la que iba a pasar por la plaza Slavija. A pesar de ello, ni Fangio ni la gran flota de coches de Policía que se aglutinaban en el lugar lograron detener al misterioso piloto.

Llegaba la décima noche y la Policía tenía que hacer todo lo posible para detener al Fantasma de Belgrado. Para ello, urdió un plan que involucraba dos autobuses urbanos con los que rodearían al Porsche para intentar bloquear su paso. Y así fue. La noche del décimo día, Vlada empotró su 911 S Targa contra uno de los autobuses, aunque acabó escapando gracias a una muchedumbre que lo idolatraba.

Una muerte misteriosa

Solo dos días más tarde, Vlada Vasiljevic, de 29 años, fue entregado a las autoridades. Tras el juicio, el Fantasma pasó dos años en prisión antes de volver a la calle. En un viaje por Belgrado en el asiento del acompañante de un Lada, dos camiones conducidos por agentes de Policía lo encerraron, provocando la muerte del conductor y la hospitalización de Vlada, que acabaría muriendo solo dos noches después.

Curiosamente, no quedó ningún registro que confirmara la hospitalización de Vlada en el hospital, ni historial clínico ni ningún otro documento oficial sobre su fallecimiento. A parecer, a la Policía no le gustó que un joven de 29 años, tal vez con afán revolucionario, les hubiera puesto en ridículo durante 10 noches a los mandos de Porsche.

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