El Ford GT40 es un coche histórico, pues recordemos que fue quien puso en su sitio en LeMans a Ferrari cuando el pique entre Henry Ford y Enzo Ferrari llegó a su punto álgido. Hacerse con uno es extremadamente complicado y caro, pero ahora está a la venta un ejemplar que es de lo más particular, puesto que no se utilizó para competir, si no que fue un coche de prensa.
De hecho, en origen no fue ni eso, puesto que fue la unidad que la marca estadounidense llevó a Salón del Automóvil de Ginebra de 1967 para promocionar el modelo. Allí, Scuderia Filipetti, que fue quien se encargó de tenerlo durante el evento, optó por cambiar la pintura de fábrica, en color Opalescent Silver Blue, por un tono Metallic Borneo Green.
Tras el salón, fue a parar a Reino Unido, donde ejerció de vehículo de prensa hasta 1971. Huelga decir que, durante esos años, el trote que se le debió dar al deportivo tuvo que ser de traca, y es que un vehículo de estas características que haya pasado por las manos de la prensa especializada puede haber experimentado de todo.
En el 71 fue vendido a un coleccionista, que lo pintó de amarillo y lo mantuvo en su poder durante más de tres décadas y media, hasta que pasó a manos de otro comprador, que decidió que había llegado el momento de que el coche pisará circuito, algo para lo que fue concebido originalmente.
En el mismo año 2007 participó en el Goodwood Revival y en los años siguientes fue utilizado para competir en carreras de coches vintage, logrando volver a su color original, el azul metalizado que se puede ver en las imágenes, en algún punto entre esa fecha y la actual.
Ahora, este peculiar Ford GT40 está a la venta en Piston Heads, donde, por desgracia, no se ofrece apenas información sobre él. No hay nada ni sobre kilometraje ni sobre su estado de conservación, a lo que, además, también hay que sumar que su precio no es público.
