Para tomar una decisión acertada, de la que no nos arrepintamos con el paso del tiempo, lo primero que tienes que hacer es informarte para, a continuación, comparar tus opciones y finalmente, una vez sopesadas, elegir la que más te convenga. Esto es aplicable a muchas cuestiones de nuestro día a día, pero también a la hora de contratar un seguro de coche o de renovarlo: por eso hoy te vamos a contar cuáles son los tipos de pólizas más comunes así como las coberturas que ofrecen en cada caso, así podrás hacer una comparativa en función de lo que necesitas y acertar a la hora de elegir tu seguro de coche.
Hay muchas clases de pólizas de seguro para coches, ya que además de las tradicionales, puedes encontrar ofertas específicas para vehículos totalmente eléctricos, para automóviles clásicos, para modelos históricos… En este caso nos vamos a centrar en las más comunes y extendidas, que al fin y al cabo, son las que satisfarán las necesidades de la mayor parte de conductores. Los tipos de seguros más extendidos son las pólizas a terceros, a terceros ampliado, a todo riesgo con franquicia y a todo riesgo sin franquicia.
Seguro a terceros
El seguro a terceros cubre los daños que podamos ocasionar con nuestro vehículo a otros, ya sean conductores, pasajeros, peatones, automóviles o a cualquier vehículo que circule por la calzada. Este es el tipo de póliza más barata que puedes encontrar, pero como podrás imaginar, también es la que menos coberturas ofrece, ya que no suele añadir nada sobre la base del Seguro de Responsabilidad Civil de Suscripción Obligatoria. Por tanto, no es la mejor opción si quieres asegurar un vehículo nuevo o de un valor importante, ya que serás tú el que corra con los gastos de reparación del vehículo si el siniestro ha sido por tu culpa.
Seguro a terceros ampliado
Es posible mejorar las condiciones recurriendo a un seguro a terceros ampliado, pero en ese caso tampoco es interesante si lo que quieres es asegurar un coche nuevo, pero puede añadir cuestiones interesantes para en función de lo que busques, como la coberturas de lunas, de incendio, de robo o de intento de robo. En el caso de un vehículo nuevo, la mejor opción es optar bien por una póliza a todo riesgo con franquicia o bien, por una a todo riesgo sin franquicia.
Seguro todo riesgo con franquicia
Sobre las coberturas del terceros ampliado, el seguro todo riesgo con franquicia suele añadir daños propios. Es decir, cubriría los daños ocasionados en tu vehículo, independientemente de que haya sido tu culpa o no. Un seguro de este tipo es más asequible que un todo riesgo completo porque el asegurado participará en las reparaciones aportando una cantidad en concepto de franquicia, que siempre será la misma suma previamente acordada.
Seguro todo riesgo integral
El todo riesgo integral elimina este factor de la ecuación al incluir una cobertura total en caso de accidente, aunque siempre es posible mejorar todavía más las condiciones añadiendo algunas de las opciones que ofrece cada compañía, como coches de sustitución, asesoría jurídica en caso de multas e incluso, garantía mecánica para olvidarte de las tan temidas averías.
