Los ciudadanos de la localidad francesa de Baune ya reducen la velocidad de sus coches sin que hagan falta radares o badenes, ya que frenan gracias a una zona pintada en el asfalto de color blanco, que no siguen ningún orden y que ese mismo desconcierto obliga a levantar el pie del acelerador
Según un estudio del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México -UNAM-, los famosos reductores de velocidad conocidos como resaltos incrementan la contaminación emitida al medio ambiente. A la par de este grave problema, otros como el consumo de carburante y los atascos se unen a los aspectos negativos de estos particulares sistemas de reducción de velocidad.