El turismo de fiesta y borrachera es el que muchas plataformas de afectados y ciudadanos de zonas muy turistas de España están denunciando desde hace años. A pesar de ser una de las principales fuentes de ingresos del país, este tipo de turismo atrae a visitantes que aprovechan su estancia para desmelenarse, incumpliendo todo tipo de normativas y leyes en post de la juerga, incluso si estas actitudes implican un riesgo para su seguridad y/o el resto de usuarios.
Como cada verano, las zonas turísticas nos dejan escenas lamentables protagonizadas por turistas pasados de vueltas, como lo que sucedió hace algo más de una semana en Ibiza. El vídeo se ha viralizado a través de las redes sociales y en él podemos ver un vehículo que circula por una carretera de Ibiza, en las Islas Baleares, mientras lleva a uno de sus pasajeros de las plazas traseras desnudo y con medio cuerpo por la ventana.
Ha ocurrido en Ibiza
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Si bien no hay demasiada información acerca de lo sucedido, las imágenes hablan por sí solas. Podemos ver un Jeep Avenger (prueba) que parece que pertenece a una empresa de alquiler de vehículos a juzgar por la pegatina blanca que lleva en la parte inferior izquierda de la luneta trasera.
El vídeo captado por otro vehículo que circula detrás nos muestra una situación muy peligrosa en la que uno de los pasajeros de las plazas traseras lleva la parte inferior del cuerpo en el exterior del vehículo, con las piernas colgando a través de la ventanilla. A esto hay que añadir que el individuo en cuestión está completamente desnudo (al menos de cintura para abajo).
Esta vergonzosa imagen es un reflejo del tipo de turismo que atraen las islas del archipiélago balear, muy ligado a la vida nocturna y el ocio de alta gama. En el vídeo también se aprecia con claridad la matrícula del vehículo, por lo que no será muy difícil que la Guardia Civil acabe identificando al conductor y a los pasajeros del vehículo a través de la empresa de rent a car.
La multa, al menos según lo establecido en el Reglamento General de Circulación (RGM), puede alcanzar los 100 euros y recaerá sobre el conductor del vehículo. Así lo dice el Artículo 18 del RGM, donde se especifica que el conductor debe “mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”.