El deterioro que sufren las baterías de los vehículos híbridos es importante, y el riesgo que se asume al comprar un coche con este sistema de propulsión es muy alto, más aún cuando no dispone de garantía. Esta fue la situación en la que se encontró un hombre de Estados Unidos tras comprar un Toyota Camry Hybrid de 2010. Por suerte, el ingenio y la experiencia le brindaron la solución a su problema.
Apenas dos semanas después de adquirir el Toyota Camry, cuando se dirigía a casa desde el trabajo, un testigo de avería comenzó a brillar en el salpicadero, concretamente el testigo ‘Check Hybrid System‘, a la vez que el testigo de avería del motor. Inmediatamente acudió a un servicio técnico Toyota, en el cual, tras un chequeo, determinaron que la batería estaba averiada y que la sustitución por una nueva tenía un coste de 4.456 dólares, un precio tan elevado que equivalía a casi la mitad de lo que había pagado por el vehículo seminuevo.
No convencido con la solución que Toyota daba a su problema, y menos aún teniendo que pagar esa desorbitada cantidad de dinero, el hombre decidió desmontar la batería del vehículo y examinarla. Él dice que es un electricista con experiencia en baterías híbridas y recomienda que no se intente hacer esto a menos que se sepa lo que se está haciendo y haya tomado las precauciones necesarias.
Ninguna de las células de la batería tenía ningún problema, ya que mostraron un voltaje normal cuando se probaron, así que lo que hizo fue limpiar de corrosión todos los conectores de cobre de la batería, manteniéndolos a remojo en vinagre durante 34 horas, enjuagándolos y posteriormente dándoles un baño de agua y bicarbonato sódico. Después, colocó todos los conectores de cobre en la batería y el vehículo ha vuelto a funcionar de forma correcta desde entonces.
Tal vez el problema residiera en que el fabricante japonés prefería sustituir una batería, que necesitaba un poco de mantenimiento para ser útil de nuevo, antes de preocuparse en buscar una solución económica y rápida para el propietario del vehículo.
Fuente: CarScoops