Desde sus comienzos, y más cuando no se le daba bien eso de ganar carreras, Red Bull buscaba impresionar. Ahora, en su presentación en el Circuito de Jerez, trazado donde se celebran los primeros test de pretemporada, ha vuelto a ser el centro de atención por la decoración de su coche de Fórmula 1 para 2015: el Red Bull RB11.

El monoplaza adopta una decoración provisional de camuflaje, similar a la empleada por los fabricantes cuando sus vehículos realizan pruebas antes de ser presentados y comercializados. A pesar de ello, se aprecia que el morro, además de la parte frontal del chasis, como ha asegurado la escudería, ha sido modificado en consonancia con las normas más recientes.
Además del diseño del maestro Adrian Newey, también se ha mejorado el chasis y el motor, que un año más es obra de Renault: “Renault junto con nuestro equipo de diseño está dando buenos resultados y una integración mucho más estrecha entre la unidad de potencia y el chasis. Podemos dar un paso adelante este año”.

Rob Marshall, jefe de ingeniería, ha señalado: «Hay algunos cambios que afectan a la línea del frontal del coche, pero más allá, los cambios están bajo la carrocería».
Por su parte, Christian Horner ha asegurado: «Hay una mejor integración del chasis con la unidad de potencia. Podemos dar grandes pasos juntos esta temporada».