El Subaru Solterra es el primer modelo 100% eléctrico de la marca japonesa. Un SUV desarrollado junto con Toyota y, por tanto, comparte elementos de desarrollo con otros modelos, tanto de Toyota como de Lexus, pero tiene una personalizad muy marcada.
El Subaru Solterra mide 4,69 metros de longitud, lo que significa que es unos cinco centímetros más largo que un Subaru Forester. Estéticamente, se parece mucho al Toyota bZ4X, con algunos cambios en la parrilla y en los faros. Atrás, destacan los pilotos abrazados al portón con forma de búmeran en los extremos.
El interior presenta un aspecto sobrio y minimalista, en el que todas las piezas parecen bien encajadas, pero abundan los plásticos duros y, sobre todo, las superficies en negro piano. Tras el volante, hay una instrumentación digital de siete pulgadas ubicada por encima del volante, mientras que el salpicadero está presidido por una pantalla digital de 12 pulgadas cuyo funcionamiento es realmente rápido.
Prueba del Subaru Solterra
Hay que empezar hablando por el sistema de propulsión de este SUV eléctrico, compuesto por dos motores, uno sobre cada eje, que entregan una potencia conjunta de 218 CV y 337 Nm de par máximo. Esto le permite tener la etiqueta CERO de la DGT.
Ambos motores se alimentan de una batería de 71,4 kWh de capacidad que le proporciona una autonomía de entre 400 y 450 kilómetros, según versiones. No obstante, en ciudad esa cifra puede aumentar hasta los 610 kilómetros, según el ciclo WLTP. Dicha batería necesita diez horas para cargarse en su totalidad con una toma de unos 7 kW. En cambio, utilizando una toma de 150 kW, pasar del 20 al 80% en apenas 15 minutos.
Cómodo y rápido
Al volante, el Subaru Solterra destaca por ser un coche muy cómodo y también rápido, a pesar de que declara 2.100 kg en la báscula y mover una masa de más de dos toneladas con la soltura que lo hace el SUV japonés es realmente sorprendente. Declara una aceleración de 6,9 segundos en el 0 a 100 km/h, que no está nada mal, y una velocidad máxima de 160 km/h.
En cuanto a la transmisión, solo tiene una marcha de pares de engranajes al tratarse de un coche eléctrico, pero se puede controlar la retención del motor mediante unas levas en el volante. Además, cuenta con tres modos de conducción: Normal, Eco (para optimizar el rendimiento de la batería) y Sport (para maximizar las prestaciones del sistema eléctrico).
En cualquier caso, es un coche que resulta muy cómodo en todo tipo de situaciones y es muy fácil de manejar, algo común en todos los coches eléctricos, pero especialmente en este Solterra. Primero, porque tiene una dirección muy directa y segundo porque tiene una abundante superficie acristalada que permite muy buena visibilidad. A esto hay que añadir unas suspensiones que absorben muy bien las irregularidades del terreno, pero impiden que la carrocería balancee excesivamente.
Filosofía off-road
Fiel a la tradición de Subaru, además de los tres modos de conducción, el Solterra incluye otro programa con varios modos específicos para practicar una conducción off-road. Se activan mediante un botón X Mode en la consola central, al lado del selector de la transmisión, y ajustan el coche para circular por tierra, nieve, arena, barro, piedras…
Esto, unido a la tracción total, hace que el Subaru Solterra aporte un plus de seguridad y conserve la filosofía de la marca japonesa. Se puede circular fuera del asfalto con plenas garantías, no al nivel de un todoterreno puro, pero sí hacerlo sin ningún miedo, gracias también a una altura libre al suelo de 21 centímetros y una reductora electrónica.
