La fórmula empleada es sencilla: prestaciones de escándalo con una práctica carrocería familiar. Esto es lo que ofrece el Audi RS4 Avant 2012 de la prueba, un coche que pasa más o menos desapercibido entre el tráfico pero que es capaz de plantar cara a muchos de los mejores deportivos del momento. Cuenta con un melódico motor V8 de 4,2 litros capaz de girar a más de 8.000 rpm. Entrega 450 CV y 430 Nm y está asociado a una caja de cambios S tronic de siete relaciones y al sistema de tracción quattro. Gracias a esto logra pasar de cero a 100 Km/h en 4,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de hasta 280 Km/h.

Antes de hablarte sobre las características o el comportamiento dinámico del nuevo Audi RS4 Avant de la prueba, voy a realizar un pequeño repaso histórico para averiguar el por qué de esta versión tan especial. Las siglas RS han acompañado a los modelos más deportivos de Audi desde que el RS2 hiciera su aparición en el año 1993. Era la primera vez que a una marca se le ocurría mezclar dos conceptos de coches muy diferentes -deportivo y familiar- y por si esto fuera poco, lograron hacerlo bien a la primera. Y era de esperar, pues en su desarrollo y construcción participó una firma con ‘bastante’ experiencia en el campo de los vehículos de altas prestaciones: Porsche.

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Tras éste llegó la primera generación del RS4 –B5-, que en el año 2000 ‘conmocionó’ al mundo con su motor V6 biturbo de 380 CV. Tuvimos que esperar hasta el año 2006 para conocer al siguiente modelo de la saga –RS4 B7-, que por primera vez se ofreció con carrocería de cuatro puertas y descapotable. Este coche me marcó por su excelente comportamiento dinámico y por la forma en la que su motor V8 de 420 CV subía de vueltas –de hecho, poco después este mismo propulsor animaría al superdeportivo de la casa: el R8-.

Y es así como llegamos hasta el RS4 Avant 2012. Esta última generación emplea la plataforma MLB, la misma que el RS5 –con el que también comparte mecánica-. Éste último peca de un comportamiento más subvirador y menos divertido que el del familiar de la prueba, pues a pesar de que en ambos casos han colocado el V8 lo más retrasado posible, el extra de chapa que el Avant tiene en la zona trasera proporciona un reparto de pesos más favorable, lo que repercute en unas reacciones más neutras y mayor diversión al volante.

Estéticamente se diferencia de sus hermanos de gama por su musculosa imagen. Gracias a los parachoques específicos, a los pasos de rueda ensanchados o a la altura rebajada de su carrocería –en 20 milímetros- ofrece una presencia imponente. El frontal está dominado por la característica parrilla de la marca, que se encuentra rodeada por seis entradas de aire más, necesarias para refrigerar lo que esconde bajo el capó. En función de tus preferencias, podrás eliminar los detalles cromados –por 725 euros- o añadir elementos acabados en aluminio mate –también por 725 euros-. Las llantas de aleación que equipa de serie son de 19 pulgadas -20 en el caso de la unidad probada- y en la zaga encontramos un difusor que aloja dos embellecedores ovalados para las salidas de escape –por 1.320 euros puedes montar una línea de escape más deportiva- y un pequeño alerón sobre el portón del maletero.

El interior del Audi RS4 Avant 2012 es como el de cualquier A4 salvo por ciertos detalles. Los apliques del salpicadero, por ejemplo, son de fibra de carbono aunque los compradores también podrán optar por inserciones de aluminio, acero o madera. Tanto la instrumentación, con un velocímetro que alcanza los 320 Km/h, y un tacómetro que marca hasta 9.000 rpm, como la palanca de cambios y el volante poseen un diseño específico. Los excelentes asientos deportivos que monta de serie son confortables y sujetan bien el cuerpo y, además, resulta mucho más fácil entrar y salir del habitáculo que con los de tipo ‘bucket’ que se ofrecen por 3.690 euros extra –mejor guardar ese dinero para la suspensión regulable y el diferencial deportivo, que juntos suman 3.825 euros-. La calidad de los materiales empleados es elevada y los ajustes perfectos, pero si tuviéramos que ponerle alguna pega sería sobre la iluminación interior, pues no es de LED, lo que resulta extraño en un coche de 87.740 euros –unos 110.000 euros en el caso de la unidad de la prueba–  que sí emplea LED para las luces exteriores.  Por lo demás, es tan práctico como cualquier otro familiar de su tamaño: cuenta con un maletero con una capacidad de 490 litros que se puede incrementar hasta 1.430 litros con el respaldo de los asientos traseros abatidos –eso sí, no busques una rueda de repuesto bajo el piso pues la batería ocupa ese lugar-.

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Llegó el momento de ponernos en movimiento. El Audi RS4 de la prueba se arranca presionando un botón situado en el túnel de transmisión –se ofrece como opción por 810 euros-. Cuando lo presionas, el V8 atmosférico cobra vida de forma escandalosa hasta que las revoluciones se estabilizan al ralentí. El cambio automático de doble embrague y siete relaciones permite manejar toda la potencia del propulsor con comodidad y sin tirones. Gracias al Audi drive select podrás configurar el RS4 a tu gusto, pudiendo elegir entre varios modos de conducción –Confort, Dynamic, Auto e Individual– que alterarán la respuesta del acelerador, la precisión de la dirección –opcional por 1.320 euros-, el reparto de par del diferencial trasero o el tarado de la amortiguación. Si seleccionas el modo Dynamic, se abrirán unas válvulas situadas en el escape que incrementan la sonoridad del V8 y hacen que ‘ruja‘ como un auténtico ‘muscle car’.

Una vez que el motor y todos sus fluidos han alcanzado la temperatura óptima de funcionamiento, podemos activar la función ‘Launch Control’ –de serie- que permite realizar espectaculares salidas desde parado. Cuando lo activas, el RS4 Avant 2012 sale catapultado sin pérdidas de tracción logrando un registro en el cero a 100 Km/h de 4,7 segundos, nada mal para un familiar de más de 1.800 kg de peso. El propulsor, a pesar de su condición de atmosférico, ofrece suficiente par motor -430 Nm a 4.000 rpm- en una amplia gama de revoluciones, lo que permite que la caja de cambios opte por la relación más larga posible siempre que no demandemos una mayor aceleración. Esto se traduce en un consumo medio inferior al de su antecesor, pues hemos logrado medias combinadas próximas a los 10 l/100Km. Aunque si avivas el ritmo, que no te sorprenda ver como el ordenador de a bordo marca más de 20l/100Km. La única pega en este sentido es la autonomía, ya que es de esperar que un vehículo de este tipo tenga un elevado consumo de gasolina, podrían ofrecer un depósito de mayor capacidad como hacen con el R8.

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Para poner toda la potencia en el suelo de forma controlada, el Audi RS4 Avant 2012 cuenta con un sistema de tracción integral quattro con un diferencial central de corona con un reparto de 56/44 –que puede llegar hasta 15/85- y un diferencial trasero capaz de enviar la potencia a una u otra rueda en función de la cantidad de agarre disponible. Esto permite que puedas acelerar con rabia desde el vértice de la curva sin que se produzcan pérdidas de tracción. Puedes, incluso, realizar cruzadas controladas si el asfalto está húmedo y el conductor así lo desea. Con todo, muestra un comportamiento predecible y divertido, pero conviene prestar atención a la velocidad a la que circulamos, pues enseguida te encontrarás rodando a ritmos muy superiores a la velocidad máxima de la vía. No hay que ser un ‘as’ del volante para disfrutar a sus mandos, ya que a pesar de toda la potencia disponible su comportamiento siempre es asequible para cualquier conductor.

Gracias a la posibilidad de combinar los distintos ajustes de la dirección, el motor, el cambio o el diferencial con el modo Individual del Audi Drive select, será cuestión de tiempo que encuentres la combinación que más se ajuste a tus gustos. En cuanto a los frenos, olvídate de los discos cerámicos opcionales -7.910 euros – ya que los que equipa de serie son potentes y resisten bien la fatiga. A pesar de montar unos neumáticos con un perfil muy bajo, resulta suficientemente confortable en todo momento para afrontar largos viajes.

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Porque aunque el Audi RS4 Avant 2012 de la prueba se comporte como un auténtico deportivo en una carretera de montaña, muestra su mejor cara cuando rueda por autopistas a alta velocidad. Si obviamos el tema de la autonomía –y del precio del coche-, no se me ocurre una opción mejor para viajar con la familia a toda velocidad.

Lo mejor
+Prestaciones
+Comportamiento
+Estética

Lo peor
-Autonomía
-Precio
-Equipamiento de serie

Ficha técnica Audi RS4 Avant 2012
Motor Cilindrada 4.163 cc
Cilindros V8
Potencia Máxima 450 CV / 8.250 rpm
Par Máximo 430 Nm / 4.000-6.000 rpm
Transmisión Caja de Cambios Automática, 7 velocidades
Tracción Total
Suspensión Delantera Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora
Trasera Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal / Barra estabilizadora
Dimensiones Longitud 4719 mm
Anchura 1850 mm
Altura 1416 mm
Distancia entre Ejes 2.813 mm
Alimentación Tipo de Alimentación Inyección directa. Admisión Variable
Peso Peso 1.870 kg
Prestaciones Velocidad Máxima 250 km/h
Aceleración 0-100 Km/h 4,7 seg
Consumos Urbano 14,6 l/100 km
Extraurbano 8,5 l/100 km
Combinado 10,7 l/100 km
Emisiones Emisión CO2 249 g/km
Precio Precio Oficial 87.740 euros

Texto: Nacho de Haro

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