38 millones de estadounidenses se están viendo afectados por la tormenta más potente de lo que llevamos de invierno. Podría llegar incluso a ser una de las más poderosas jamás registradas en el país, sobre todo en ciudades como Nueva York o Boston, donde se espera que se lleguen a acumular más de 60 centímetros de nieve. Para prevenir posibles incidencias de tráfico, las autoridades han prohibido circular en varias ciudades del noreste de Estados Unidos.
Andrew Cuomo, gobernador del Estado de Nueva York, anunció que el tráfico quedaba prohibido en Nueva York desde las 11 de la noche, hora local, en todas las autopistas principales que recorren el área metropolitana de la mayor ciudad del país. Además, también aviso de la posibilidad de suspensión de los servicios de transporte público, como los trenes de cercanías o los autobuses.
Algunas fuentes apuntaban en sus primeros informes que la nevada en Nueva York podría llegar a alcanzar los 90 centímetros, una cifra muy superior al récord actual, que se fijó en el 2006 con 68 centímetros de espesor en pleno Central Park. Por el contrario, las últimas informaciones publicadas por medios estadounidenses indican que no se alcanzará tal cifra y que se quedará entre 40 y 55 cm (una cantidad más que considerable en cualquier caso).
