Ser parte de un gran grupo automotriz suele tener como consecuencia (a la par que como ventaja) la sinergia de procesos de fabricación, de plataformas y la utilización de los mismo componentes en modelos de lo más dispares. En el caso del Grupo VAG, con la enorme cantidad de marcas que lo forman, las posibilidades de que esto ocurra son todavía mayores, lo que hace que, por ejemplo, un Porsche Panamera 4S Diesel y un Audi SQ7 tenga el mismo motor.
Es una excusa pequeña, pero válida como la que más, para someter ambos modelos a una carrera de drag entre primos lejanos. Y es que, aunque por concepto no puedan diferir más el uno del otro, el realidad son más parecidos de lo que parecen.
Para empezar, ambos emplean un sistema de tracción integral y una caja de cambios automática. A esto, hay que sumar el mismo motor, un bloque V8 4.0. El Audi SQ7 exprime de el más potencia del propulsor, 435 CV acompañados de unos impresionantes 1.000 Nm de par. El Porsche Panamera se conforma solo con 422 CV y 850 Nm… pero aún así ostenta el título de coche diesel de producción más rápido del mundo. ¿Cómo es posible? Por el peso.
El SUV marca en la báscula 2.345 kilos y la berlina 2.125, una diferencia de poco más de 200 kilos pero que resulta capital (además del componente aerodinámico) para que homologue una aceleración 0-100 de 4,5 segundos, dejando atrás al todocamino, que tarda 4,9. ¿Será suficiente para ganar la carrera de aceleración?
Muy a la americana, la prueba analiza el 0-60 mph, el 0-100 mph y el tiempo del cuarto de milla, y en todas ellas el Panamera gana por la mano al Audi: 3,83 y 4,48 segundos en el primero, 9,56 y 11,76 en el segundo, y 12,36 y 13,09 en el tercero.
