Los ‘art car’ son una práctica cada vez más habitual y que viene de lejos: artistas utilizan un automóvil como lienzo para expresar su arte, lo que da lugar a creaciones de todo tipo y estilo. Algunas son más llamativas que otras, y seguramente este Porsche 911 convertido en un cisne gigante sea de las más peculiares que hemos visto en los últimos tiempos.
Es obra de Chris Labrooy, artista al que Porsche ha dado luz verde para crear el proyecto con motivo de su 20 aniversario en China.
La base es la de un 911 de la generación 996, del que en el proyecto solo queda su carrocería, aunque con importantes modificaciones. Y es que, para hacer hueco al cisne hinchable que asoma por el parabrisas delantero, se han recortado las secciones laterales de los faldones, para permitir que asome la base del inflable.
Se trata de un ejemplar único que la marca alemana va a exponer en diversas galerías y museos de todo el mundo, pero que no está a la venta. Lo que sí se puede comprar son reproducciones digitales del mismo (además de otros modelos) que son el origen de este proyecto.
A finales del año pasado Labrooy sorprendió con una variante similar de esta obra, aunque digital y optando por un flamenco en lugar de por un cisne. En su colección también había un diseño similar, pero con forma de pato, y fueron suficientemente sugerentes como para captar la atención de Porsche y que ésta le pidiera hacer realidad su trabajo.
El artista, de hecho, admite ser un ‘petrolhead’ ya que "siempre me han gustado los coches, desde que era un niño", y señala que fue al ver un episodio de Top Gear en el que iban al Royal College of Art (donde años después se graduaría) cuando decidió que su futuro era estudiar diseño de coches.