Por regla general, los fabricantes de vehículos son poco dados a las excentricidades. Cuanto menos se salga de la norma un coche, más amplio será su público objetivo y, por ende, mayores serán sus ventas. O eso es al menos lo que dice la teoría. Pero también hay modelos extraños de marcas normales. Ya sea por una u otra cuestión, existen ocasiones en las que el atrevimiento ha ganado a la razón. Mira estos ejemplos.