La producción del Mercedes S600 Guard acaba de comenzar en la fábrica de Sindelfingen, donde también se ensamblan el resto de modelos blindados que ofrece Mercedes-Benz. En función del nivel de protección elegido por el cliente -hasta VR9-, este vehículo puede llegar a ser una auténtica fortaleza sobre ruedas capaz de resistir ataques con armas militares ligeras.
Toma como base la versión más potente de la gama del Clase S, si exceptuamos las versiones firmadas por AMG, el departamento de altas prestaciones de la firma. Para ofrecer semejante nivel de protección, el S600 Guard monta un parabrisas de 10 centímetros de espesor -que pesa nada menos que 135 kilogramos-, placas de acero balístico de 5 cm de grosor que cubren todos los paneles de la carrocería y ventanillas blindadas.
Como es lógico, añadir todos estos componentes incrementa el peso del conjunto de forma notable, aunque la marca no ha desvelado la cifra concreta. Por eso, el Mercedes S600 Guard equipa una suspensión con una puesta a punto específica, frenos de mayor rendimiento y un tren rodante reforzado. Además, los neumáticos permiten que el vehículo pueda seguir avanzando incluso cuando están pinchados hasta una distancia de 30 kilómetros.
Estéticamente, necesitarás tener buen ojo para poder diferenciarlo del modelo original. El exterior es prácticamente idéntico al de cualquier S600. El coste de esta preparación asciende a más de 200.000 euros, a los que tendrías que añadir el precio de venta oficial del modelo base.
