Llega el nuevo Mercedes-Benz SLK 55 AMG, la versión… más radical del roadster alemán. A su imagen deportiva, compuesta por faldones, llantas de aleación y dos tubos de escape doble a cada lado, le acompaña el nuevo motor V8 atmosférico de, nada más y nada menos, 5,5 litros. Esta máquina es capaz de entregar 422 CV de potencia y 540 Nm de par, todo ello a las ruedas traseras. Gracias a sus características, el Mercedes SLK 55 AMG es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos, todo ello con un consumo medio de 8,4 l/100 km y unas emisiones de 195 g/km (un 30% menos que su predecesor).
El propulsor del Mercedes-Benz SLK 55 AMG va asociado a una caja de cambios automática de doble embrague de 7 velocidades (AMG Speedshift Plus 7G-Tronic). Existen tres programas de conducción, Controlled Efficiency, Sport y Manual, y tres niveles de conexión/desconexión del ESP, ON, Sport Handling Mode y Off.
Mercedes otorga la posibilidad de elegir el paquete opcional ‘AMG Handling Pack’, que incluye una amortiguación más dura, unos muelles más firmes y un diferencial trasero autoblocante para que el tren posterior no pierda fuerza.