Dicen las malas lenguas que poner el... límite de velocidad a 110 km/h ha sido, únicamente, para poner más multas; traducido al castellano, recaudar más. Pues bien, según publica elpaís.com, durante la primera semana de aplicación de la nueva medida `ahorrativa´, entre el 7 y el 13 de marzo, las denuncias de radares fijos cayeron en un 62% con respecto a las tres semanas anteriores.
De una media de 5.500 denuncias semanales entre el 14 de febrero y el 16 de marzo, las infracciones por exceso de velocidad detectadas por radares fijos descendieron hasta 2.082 durante los primeros siete días.
Una cosa queda clara, el descenso de multas provocará menos recaudación por parte del Gobierno. Visto lo visto, ¿subirán el límite a 130 km/h?