La compañía de Rüsselsheim ha llamado a revisión a los Opel Corsa y Adam entregados a partir de mayo de 2014 tras haber sido detectado un problema en el sistema de dirección. Alrededor de 8.000 de estos coches han sido fabricados con este fallo.
«Por precaución y para evitar cualquier posible riesgo, estos coches no deben ser conducidos antes de realizarles la inspección», reza el comunicado emitido por Opel. «Dado que esta situación podría afectar a su seguridad, la compañía está tomando medidas inmediatas y quiere transmitirlo a todos sus clientes».
«Los propietarios de estos modelos podrán consultar en la página web española de www.opel.es o en www.opel.com si su vehículo está afectado y tendrá todas las instrucciones precisas, en caso de que su coche esté incluido en esta llamada. Rogamos a los clientes que se vean afectados que contacten inmediatamente con Opel», añade.
La empresa confirma que no tiene conocimiento de ningún accidente o lesión relacionada con esta situación.