Expandirse y diversificar. Esos son los nuevos objetivos de la marca del Cavallino Rampante. Y es que ahora Ferrari lanza una colección de moda y un restaurante gastronómico renovado. La línea de ropa se presentó en un desfile en Maranello, en un ambiente intencionadamente industrial, entre carrocerías y robots. Y representa un intento de la marca de acercarse al diseño y el lujo, más allá de las camisetas, gorras y demás merchandising al que ya nos tiene acostumbrados. En cuanto a la propuesta gourmet, se trata del mítico ristorante Cavallino de Maranello, que renace bajo la dirección del chef estrella Massimo Bottura.
Con ambas operaciones, Ferrari pretende conseguir nuevas fuentes de beneficios y expandir su base de clientes, más allá de los compradores de superdeportivos. Así lo aseguró el director de Diversificación de la compañía, Nicola Boeri, a la agencia Reuters, diciendo que quiere acercarse a gente más diversa "tanto en términos de edad como de cultura". Calculan que esta "estrategia de extensión de la marca", como la llaman, representará el 10% de los ingresos de Ferrari dentro de una década.
Al frente de la colección de moda han puesto a Rocco Iannone, un diseñador que pasó por Giorgio Armani y en los últimos años ha sido director creativo de la sastrería de lujo italiana Pal Zileri. Y en el desfile introdujo piezas masculinas y femeninas, desde vestidos hasta camisas y parkas, en las que dominaban los clásicos rojo y amarillo. Eso sí, con un estilo muy contemporáneo, alejado del mundo del merchandising.
Tanto Lamborghini como Bentley poseen ya colecciones de moda, pero las hacen por medio de licencias, en las que ponen su marca y otras corporaciones del textil aportan el diseño y la fabricación. Este caso es muy distinto, porque Ferrari ha apostado por mantener estas fases dentro de la propia compañía.
En cuanto al restaurante, el mítico Cavallino que se encuentra frente a la histórica fábrica de Maranello, reabre ahora bajo la guía de Massimo Bottura. El multipremiado chef de la cercana Osteria Francescana, que llegó a ser el mejor del mundo, se propone hacer una reinterpretación de los clásicos de la zona, como tortellini o tagliatelle. Y la decoración también es nueva, con toques como la nariz de un coche de Fórmula 1 y fotos de Enzo Ferrari para dar ambiente. En esto siguen la estela de marcas de lujo como Louis Vuitton, Prada, Giorgio Armani o Gucci, que llevan años apostando por locales gastronómicos. Y algunos incluso los dirige el propio Bottura.
Los expertos consultados por Reuters no se ponen de acuerdo en si este movimiento de Ferrari saldrá o no bien. Pero está claro que la ofensiva para conquistar el mercado del lujo está en marcha.