Los ladrones nunca descansan y siempre están buscando nuevas maneras de llevar a cabo su labor. En los últimos meses hemos visto como el robo de catalizadores se ha popularizado, aunque el modus operandi en dicho caso es bastante tradicional. Lo que traemos hoy es una nueva manera de robar un coche que es de lo más original: a través de los faros.
A priori parece imposible, pero es completamente factible, además de algo realmente rápido. Es lo que tiene la tecnología.
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El procedimiento es bastante sencillo y suele llevar a los ladrones apenas unos minutos. Básicamente, se acercan al coche y “atacan” el paso de rueda delantero. Lo que hacen es desmontar las molduras de plástico que haga falta para acceder al cableado de los grupos ópticos del vehículo, al que conectan un CAN Bus (Controller Area Network) que permite gestionar distintas funciones del coche.
Entre ellas está, por ejemplo, abrir las puertas, por lo que pueden acceder al vehículo sin armar ningún escándalo; pero también es posible arrancarlo, así que pueden llevárselo de manera relativamente sencilla y en muy poco tiempo.
Sirva como ejemplo este vídeo, en el que los ladrones consiguen hacerse con un Toyota en menos de dos minutos:
El truco está en que el dispositivo (que puede encontrarse en la dark web con precios muy variados, pero que arrancan en apenas 10 dólares) consigue engañar al coche haciéndole creer que las órdenes provienen de una llave segura, por lo que este las interpreta como legítimas, pudiendo los cacos interactuar sin problema con el automóvil.
Es un problema más del que tendrán que estar pendientes aquellos que dejen su coche aparcado en la calle, uno que además puede afectar a un gran número de conductores, puesto que, según parece, el dispositivo permite engañar a vehículos de un amplio número de marcas.