Imagina por un momento encontrar un coche que lleva abandonado 34 años y que apenas se ha utilizado. El odómetro señala sólo 10 kilómetros y está como nuevo. Es lo que le ha pasado al coleccionista Jeff Makovich, quien ha encontrado un Chevrolet Camaro 1LE IROC Z28 de 1990 a estrenar.
Según cuenta Motor Trend, la historia de este Camaro empieza en marzo 1989, cuando Donald Toalston, un apasionado del modelo, lo vio en una revista. Más tarde, leyó una historia sobre el coche en otra revista y se convenció de que debía comprarlo. Se acercó al concesionario Lavery Chevrolet, en el estado de Ohio, para conseguirlo y, finalmente, el 4 de enero de 1990, Cassens Transport Company entregó el vehículo a Lavery, donde pasó por una inspección previa a la entrega.
Después, el coche permaneció durante dos semanas en la sala de exposición del concesionario, hasta que lo transportaron al edificio del abogado de Toalston, donde quedó en un rincón. A esas alturas, tenía 6,3 millas, exactamente 10 kilómetros.
Un Chevrolet Camaro 1LE IROC Z28 de 1990 a estrenar
34 años después, entra en escena Jeff Makovich. Recibió una llamada de un amigo, hablándole sobre la existencia de un Camaro 1LE IROC de bajo kilometraje que estaba disponible en una venta de bienes, ya que el propietario había fallecido. Makovich se puso en contacto con Merrily, la sobrina de Toalston, y la pareja llegó a un acuerdo por el coche. Makovich fue la primera persona en retirar la funda del coche desde que falleció su tío.
Makovich reunió a un pequeño equipo para sacar el Camaro de la tumba del sótano. Después de quitar la cubierta y abrir las puertas, el equipo vio que el interior estaba absolutamente impecable. Las alfombrillas del concesionario todavía estaban en su lugar y todos los libros y papeles originales estaban en la consola central. El coche estaba perfecto, sin un rasguño, y el motor tenía todas sus correas y mangueras originales.
Se inflaron los neumáticos, se sacó el Camaro de los soportes y se lo colocó sobre plataformas con ruedas para facilitar su extracción del sótano. El equipo también tuvo que quitar todas las estanterías y otros elementos que llenaban el sótano para poder sacar el coupé. Por primera vez, desde el 4 de enero de 1990, veía la luz del día. Finalmente, llevaron el coche a la casa de Makovich y éste pidió a Shawn, de Next Level Auto Detailing, que lo devolviera la vida. Ahora, lo está poniendo a punto para que vuelva a circular.