El coche de Apple es una de esas casi leyendas de las que se lleva hablando años en la industria, un automóvil del que se ha dicho de todo, con numerosas idas y venidas, que iba a suponer una revolución… y que todavía estamos esperando. Pero parece que la marca de la manzana quiero darle un nuevo empujón y acelerar su desarrollo.
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Según exponen desde Bloomberg, la compañía estadounidense ha estado siguiendo dos líneas de investigación para su vehículo: un sistema de autonomía similar al del resto de la industria y otro focalizado en una conducción autónoma total.
La novedad es que, bajo la tutela de Kevin Lynch, Ejecutivo de Software de Apple Watch, el equipo ha pasado a concentrar su atención en esta segunda vía, con el objetivo de que ya desde la primera versión del Apple Car, este pueda desenvolverse completamente por su cuenta sin necesidad de intervención humana alguna.
Además, Apple quiere llevar a cabo el proyecto en un plazo más corto de lo pensado inicialmente: si a principios de año algunos ingenieros apuntaban a un plazo de cinco a siete años, parece que la idea es tenerlo en cuatro, aproximadamente para 2025.
Huelga decir que es una fecha bastante ambiciosa, aunque dado que no se sabe el estado real de desarrollo del vehículo, quizá la compañía sea capaz de llevarlo a buen puerto. En caso negativo, es de esperar que pase una de dos cosas: un retraso de su presentación o un lanzamiento de un modelo con una tecnología menos avanzada en materia de conducción autónoma.
Por el momento, todo lo que sea hablar de este iCar es especular, pero si el objetivo es que no haya intervención humana en su conducción, lo lógico sería que tuviera un interior no tradicional, eliminando la distribución habitual y optando por un formato estilo salón como se suele ver en los prototipos de muchas marcas.
