El Reino Unido es tierra de coches de altas prestaciones, con una larga tradición de modelos deportivos tanto de calle como de competición. Es por eso que, entre tanto representante, hay automóviles que no han llegado al gran público: 9 deportivos británicos poco conocidos que merecen nuestro respeto.
AC Ace
Seguramente no te suene, pero ésta es la base sobre la que Shelby Carroll creó el AC Cobra. El estadunidense tomó el chasis ligero del Ace y le montó un motor V8 de alto rendimiento.
El AC Ace era algo menos potente, pues empleaba motores de seis cilindros en línea que al final de su ciclo de vida (de 1953 a 1963) llegaron a entregar 170 CV.
Bristol Fighter
Su diseño es inequívocamente británico, pero sus entrañas eran americanas, pues montaba el mismo motor V10 del Dodge Viper, en potencias de 525 o 628 CV.
La idea era crear una versión turboalimentada que llevaría los registros a superar los 1.000 CV, pero la producción cesó antes de ello.
Lotus Carlton
Los 90 fueron una época distinta en lo que a berlinas de altas prestaciones se refiere. Aunque fueron las de marcas premium las que se llevaron los titulares (a día de hoy siguen produciéndose), Opel y Lotus crearon una pareja de gemelos muy a tener en cuenta.
El Carlton montaba un motor 3.6 de seis cilindros en línea que desarrollaba 377 CV y se combinaba con una caja de cambios de seis velocidades. Se fabricaron menos de 1.000 unidades.
Lotus Europa S
Éste puede sonar más a todo el mundo porque es innegable el parecido que tiene con los Elise / Exige con los que compartía plataforma. Su enfoque, sin embargo, era algo más el de un gran turismo, con una mayor capacidad de maletero.
Eso sí, seguía a pies juntillas la fórmula de deportivo ligero con una ajustada potencia de 200 CV.
Noble M400
Éste es un representante británico más moderno, puesto que vio la luz en 2006 y del que solo se llegaron a fabricar 75 unidades, por lo que es un deportivo bastante exclusivo.
Su corazón es un bloque 3.0 V6 de origen Ford que desarrolla 425 CV de potencia y que le permite superar los 300 km/h de velocidad punta.
Peerless GT
Un gran desconocido que, pese a no gozar del recuerdo del público, ganó su clase en las 24 Horas de Le Mans de 1958.
Estaba desarrollado sobre la base del Triumph TR3, pero con una anchura aumentada que le daba más aplomo. Montaba un motor 2.0 de 100 CV y durante su producción de solo 4 alos se fabricaron 325 unidades.
TVR Grantura
TVR es un nombre icónico dentro de la automoción británica, con varios modelos destacados en toda su trayectoria.
Construido en a finales de los años 60, su carrocería de fibra de vidrio ocultó distintos motores de cuatro cilindros, así como piezas provenientes de marcas como Ford, Volkswagen o MG).
TVR Sagaris
Un deportivo salvaje armado con un potente motor de seis cilindros en línea y 400 CV que prescindía de ayudas que casi cualquier piloto querría: no tenía airbags, ni control de tracción, ni control de estabilidad ni ABS.
Uno de los aspectos más distintivos del modelo es que el alerón es transparente para no impedir la visión del conductor por la luna trasera.
Ultima Evo
Con el Evo hablamos de un modelo distinto. Por un lado, no se trata de un deportivo a secas, si no que por sus prestaciones podría entrar dentro de la categoría de ‘súper’ o incluso ‘híper’. Por otro, se vendía como un kit car que luego los dueños tenían que montar.
Se vendía con tres motores distintos procedentes de General Motors, todos ellos V8 de distintas potencias, siendo el tope de gama de 1.020 CV.