La llegada del final del verano a cogido a muchos conductores desprevenidos, con fuertes tormentas y lluvias torrenciales que ponen en aprietos hasta el más pintado. Ya no solo por el firme deslizante, sino porque las trombas de agua pueden formar balsas de agua y riadas de lo más peligrosas. Por si alguna vez te ves en medio de una de estas situaciones, te explicamos cómo actuar dentro del coche ante una riada.
Antes de coger el coche
Es posible que antes de que te subas al coche ya haya comenzado la tormenta y si parece que la cosa se va a poner fea, lo mejor sería directamente no utilizarlo. Un indicativo que muestra que el vehículo ya no es un lugar seguro es que el agua esté a la altura de la mitad de la rueda, porque toca el suelo del automóvil y produce un empuje, con el consiguiente desplazamiento, sobre él.
Sin embargo, si no te queda más remedio y/o te ves obligado a ello, esto es lo que tienes que tener en cuenta:
- Conduce solo por carreteras principales, a priori son las que están en mejor estado y tienen una mejor construcción, por lo que deberían evacuar el agua con más facilidad, evitando así la formación de “piscinas”
- Lleva contigo el móvil cargado al máximo posible, si te ves en un aprieto te hará falta para poder hablar con los servicios de emergencias
Valoraciones previas
Antes de atravesar un cauce que pueda arrastra el vehículo, hay que sopesar una serie de factores que pueden hacer que este sea llevado por la corriente o no:
- El peso del coche
- La altura de los bajos
- La velocidad de la corriente
- La profundidad del cauce, que no puedes calcular porque, aunque conozcas la zona, el agua puede haberla socavado. Con 40 centímetros muchos vehículos serían arrastrados y con 60 la mayoría.
Si estás dentro del coche
Si te ha pillado y te encuentras dentro del vehículo, hay dos escenarios posibles: en el primero podrás localizar un lugar seguro en el que la corriente no sea tan profunda ni tan fuerte, así que conviene intentar ir hacia allí a pie; en el segundo, la corriente es tan fuerte que es inviable, por lo que aunque haya que salir del coche (es algo básico en todos los casos) habrá que intentar subir al techo, que es la zona más segura del vehículo.
Para subir hay que tener en cuenta varios aspectos:
- El motor es la parte más pesada del coche, por tanto hace de ancla y será la que se hunda, así que la corriente llegará desde allí
- Hay que buscar la ventanilla opuesta a la corriente, para que el coche la bloquee y no nos arrastre en el intento. Si no se puede abrir, hay que intentar romperla
- Si no es posible, el parabrisas es una buena opción. Es imposible que lo rompas con tu fuerza, pero si puedes ejercer presión suficiente como para desencajarlo, pasando desde ahí al capó y luego al techo.
Si hay niños
Está claro que lo antes citado solo es viable para jóvenes o adultos, pero es imposible para niños o ancianos. Hay que tener en cuenta que cuantos más ocupantes haya en el coche, mayor es el peligro de la situación. Hay que mantener la calma y proceder según los dos casos antes mencionados.
Si se puede acceder a un lugar seguro fuera del coche, hay que valorar el hecho de que tenemos que ir cargando con una persona, lo que nos va a limitar la movilidad, además de que tendremos los brazos ocupados. Si no, hay que ayudar a los pequeños a subir al techo.