Toda persona que tenga un vehículo a motor está obligada a pasar la correspondiente inspección técnica en el momento requerido. Un trámite que, según la antigüedad del coche, deberá hacer cada cuatro años, cada dos o anualmente, como recoge el Real Decreto 920/2017. Pero hay otros coches que ya no tendrán que pasar la ITV más.
A partir del próximo 1 de octubre, algunos vehículos entran en la lista de medios de transporte pueden circular por todo tipo de vías sin restricciones, incluidas las Zonas de Bajas Emisiones, y quedan exentos de pasar la ITV. Se trata de los denominados vehículos históricos, aunque no todos: exactamente, aquellos matriculados antes del 1 de enero de 1964, es decir, con más de 60 años, aunque el propietario podrá hacerla de forma voluntaria.
Estos coches ya no tendrán que pasar la ITV
No obstante hay que matizar que la libertad para circular por la ZBE se limita a 96 días al año. Con esta medida, la DGT quiere promover la conversión de vehículos en históricos, coches que han sido protagonistas en diferentes épocas del siglo XX y son también parte del patrimonio cultural de España. La iniciativa cuenta con el aval de los Ayuntamientos y está respaldada por el reconocimiento de su carácter histórico.
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Ahora bien, no todos los coches matriculados antes de dicha fecha estarán exentos de pasar la ITV, sino que deberán cumplir otros requisitos, como estar matriculados como vehículos históricos, es decir, estar inscritos en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español, declarados bienes de interés cultural o que haya participado en algún hecho histórico, pertenecido a una personalidad.
Igualmente, el coche debe tener un interés especial y no haber sufrido cambios en características o componentes principales, como el motor, los frenos, la dirección, la suspensión o la carrocería.
Por otro lado, además de los vehículos catalogados como históricos, hay otros que tampoco están obligados a pasar la inspección técnica. Son aquellos que se han dado de baja, ya sea temporal o definitiva, aunque será obligatoria si el propietario decide rehabilitar el coche.
