¿Te gustan los coches V8 japoneses? Quizá prefieras los alemanes o los italianos, pero has de reconocer que los nipones tienen un encanto especial. A lo largo de los años nos hemos encontrado con auténticas joyas en este sentido, alguna incluso pensada para la competición. Por eso en esta lista vamos a mostrarte ocho de los que consideramos que se deberían tener en cuenta.

Lexus RC F

coches V8 japoneses

Recuerdo a este Lexus con mucho cariño, ya que fue uno de los primeros coches que probé. Su sonido es glorioso y bajo el capó cuenta con un motor V8 bien ‘gordo’, un bloque atmosférico de 5,0 litros que entrega 477 CV de potencia. Una alternativa más que válida a sus homólogos alemanes, con un comportamiento muy bueno y materiales de lujo.

Infiniti QX70

coches V8 japoneses

La versión 5.0 S de este Infiniti, que es la filial de lujo de Nissan, es de los coches V8 japoneses a tener en cuenta. A pesar de ser un SUV, su propulsor atmosférico de 5,0 litros con 390 CV de potencia le convierte en un coche bastante emocionante. Una opción original en su segmento que va ligada a una transmisión automática de siete marchas y a un sistema de tracción total.

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Nissan R390

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Este Nissan fue creado para competir, especialmente, en las 24 Horas de Le Mans. Sin duda, el R390 es uno de los mejores coches V8 japoneses hechos jamás, con un bloque de 3,5 litros sobrealimentado por turbo con 650 CV de potencia. Estamos ante uno de los superdeportivos nipones más icónicos de todos los tiempos. Una rara avis que pocos conocen.

Honda RA106

coches V8 japoneses

El RA106 marcó el regreso a la Fórmula 1 de Honda, quien se encargó de desarrollarlo y construirlo hace unos tres lustros. Su motor era un V8 de 2,4 litors de cilindrada que superaba los 750 CV de potencia y que podía girar hasta a 19.500 rpm. Superaba los 150 km/h desde parado en unos cuatro segundos y montaba una transmisión de siete relaciones.

Lexus LS 400

coches V8 japoneses

Fabricado entre finales de los 80 y principios de los 90, el Lexus LS 400 es uno de los coches de lujo más fiables creados jamás, y por eso también resulta uno de los coches V8 japoneses que merecen ser recordados. Su motor de 4,0 litros y 250 CV estaba hecho a prueba de bombas, y contaba con un nivel de lujo y tecnología inusitado para su época.

Toyota Land Cruiser

Acerca de este Toyota se suele decir que, si quieres salir fuera del asfalto, conduce un Range Rover, pero si quieres volver, opta por un Land Cruiser. Montó el primer motor diésel V8 de la firma nipona a mediados de la década de los 2000, un bloque de 4,5 litros con más de 250 CV que empuja a esta bestia de forma contundente. Además, su habitáculo cuenta con una construcción exquisita.

Mitsubishi Dignity

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Esta limusina de Mitsubishi fue un auténtico desastre en ventas. Estuvo disponible a finales del siglo pasado y principios del actual, y contaba con un buen puñado de ayudas tecnológicas para la época, así como con extras tan sofisticados como suspensión neumática. Sin embargo, la estrella era su propulsor V8 de 4,5 litros y 275 CV. Una maravilla incomprendida.

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JUN Subaru BRZ

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Subaru lo ha hecho bien con el nuevo BRZ, pero si quieres añadirle más ‘chicha’ a la versión saliente, JUN la prepara con todo el cariño del mundo y un pedazo de motor. Le han instalado un motor V8 que entrega más de 350 CV a las (mucho ojo) 10.300 rpm. El picante necesario para un modelo que siempre ha echado en falta algo más de potencia.

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