El mítico Citroën 2CV, sí, ese del que seguro que has oído hablar aunque no te gusten los coches se despidió del mercado hace 30 años. Y es que no mentimos al afirmar que el 2CV es uno de los vehículos más apreciados de todos los tiempos, razón de más para dedicarle un pequeño homenaje al que fue producto estrella de la firma de los dos chevrones.

Fue el 27 de julio de 1990 cuando la factoría situada en Mangualde, Portugal, se encargó de poner fin a la producción del 2CV. Detrás de esa unidad se esconde todo un legado que Citroën trató con sumo mimo y cuidado durante los 41 años de su vida comercial.

El Citroën 2CV, un ambicioso proyecto

Toda esta andadura del Citroën 2CV comenzó con un prototipo bautizado como TPV. Fue en el año 1930 cuando la casa francesa se enfrascó en la aventura de desarrollar un vehículo económico y para toda la familia. Nueve años más tarde, el proyecto estaba terminado, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial obligó a Citroën a paralizar todo.

La historia del Citroën 2CV: el coche del pueblo francés

No obstante, fue finalmente en 1948 cuando el 2CV veía la luz como un vehículo concebido a partir del TPV. Sin embargo, debido al alto éxito y a la falta de materias primas, Citroën tuvo que crear listas de espera para satisfacer la demanda de su última creación.

Citroën 2CV producción frontal

Pero es que no era para menos, ya que, detrás de su carrocería de acero, se escondía un innovador motor bicilíndrico bóxer que era capaz de producir 9 CV de potencia. Este estaba refrigerado por aire, contaba con una transmisión manual de cuatro relaciones y prometía ser todo un portento mecánico.

Un producto nacional

Cierto es que el Citroën 2CV es francés, pero no debemos olvidar que su producción se llevó acabo en España -además de en Portugal-. Sí, así es, se fabricó íntegramente en la factoría de Vigo que sigue encargándose a día de hoy de ensamblar a numerosos integrantes del Grupo PSA.

Sin embargo, el primer 2CV en salir de la fábrica gallega no fue un 2CV al uso, sino en su variante furgoneta. En efecto, Citroën también comercializó una exitosa variante furgoneta del 2CV además de numerosas ediciones especiales que sirvieron para rendir homenaje a movimientos artísticos franceses o hazañas de la marca logradas a lo largo de su vida.

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