Al parecer todos los términos estaría ya acordados y, a falta de unas firmas, la decisión está tomada. Audi y Red Bull unirán fuerzas para la Fórmula 1 en 2018, una exclusiva que publican los compañeros de AUTOBILD.DE y que todo el mundo esperaba ansioso, sobre todo teniendo en cuenta el dominio absoluto de la firma de los cuatro aros en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) y en el mítico circuito de Le Mans y su prueba de 24 horas.
El primer indicio de la posible llegada de Audi al Campeonato de Fórmula 1 salto este fin de semana en el GP de Singapur 2015, donde el asesor de Motores en Red Bull, Helmut Marko, declaró que: «Si no contamos con motores competitivos, no habrá Red Bull en 2016». La alternativa a los motores Renault y la falta de resultados que están cosechando esta temporada sería Ferrari, con un acuerdo que estaría vigente para los próximos dos o tres años.

El otro gran candidato para proveer de motores a la escudería Red Bull sería Mercedes. El problema de que el equipo austríaco se alíe con la firma de la estrella es que a Mercedes no le interesa facilitar sus potentes motores a un equipo que en el pasado ha sido capaz de crear verdaderos bólidos cosechadores de títulos, algo que pondría en peligro los resultados de sus ‘flechas plateadas’.
Pero, ¿dónde entra Audi? Lo cierto es que hace unas semanas, la firma con sede en Ingolstadt negó la posibilidad de entrar en la Fórmula 1, pero un reciente estudio de mercado ha demostrado que esta competición tiene mucho peso e importancia, sobre todo teniendo en cuenta el nuevo reglamento que entrará en vigor en 2018 y que posicionará a la F1 como la categoría reina.
«Según nuestros cálculos, el coste de implicación en la F1 sería neutral. Por una parte entrarían sponsors de Oriente Medio que no están interesados en el producto placement, sino en los éxitos económicos de la implicación, y por tanto, no piensan como un sponsor convencional. Por otro lado, entrar de la mano de Red Bull implica hacerlo con un escudería con una gran infraestructura y experiencia», indican fuentes de Audi.

La entrada en la máxima competición supondría un adiós al DTM y a Le Mans. El DTM cada vez interesa menos por cómo se ha dañado la imagen de esta competición tras el escándalo del director deportivo de Audi Motorsport, Wolfgang Ulrich, quien en la carrera Spielberg del DTM dijo por radio ‘echa a estos fuera‘. En el caso de Le Mans, entrar en un conflicto directo con Porsche (vigente campeón de las 24 Horas de Le Mans) sería desperdiciar recursos, ya que ambas firmas pertenecen al Grupo Volkswagen.
El objetivo de Audi a medio plazo sería tomar las riendas totales de la escudería, de modo que pasarían de ser un socio de Red Bull a ocuparse de los motores y el desarrollo aerodinámico.
Fuente: AutoBild