Son muchos los accidentes que ocurren en el Dakar 2015, por algo tiene el sobrenombre de “la prueba más dura del mundo”, pero el acontecido en la séptima etapa en la ciudad de Belén de Andamarca, Bolivia, puede que sea el más impactante.
Los espectadores vieron dos accidentes diferentes en escasos segundos en el que, por suerte, ninguno de los cinco participantes ni de los asistentes salieron heridos.
El Mercedes N336 de Juan Manuel 'Pato' Silva y Juan Pablo Sisterna no pudo sortear un badén que iba seguido de una rampa, dando numerosas vueltas. Cuando los espectadores intentaban dar la vuelta al vehículo, el Durango Jimco de Matthew Campbell, Luis César Ramírez y Nicolás Alberto Ambriz Suárez sufría un brutal accidente, en el que el coche se llegó a incendiar, en el mismo punto.
"Fue fuerte en un lugar muy rápido. Levanté, pero me encontré con un badén con una rampa muy fuerte. El auto salta, pica y cae de punta. Fue una desgracia con suerte y ya sabemos a lo que estamos expuestos", ha declarado Juan Manuel Silva en Campeones. "Fue un momento de mucha tensión. Cuando nos bajamos, otro auto también volcó y se prendió fuego. Nos asustamos muchísimo y esos tripulantes pudieron salir ilesos. También casi vemos otros dos tumbos, esta carrera es así, la más difícil del mundo, casi 9000 km y tiene estas cosas", ha añadido.
Foto: Campeones