Se tiende a pensar que marcas como Audi tienen casi el monopolio del combo “familiar + alto rendimiento”, pero no, nada más lejos de la realidad, pues a lo largo de la historia otros fabricantes se han atrevido a ofrecer su propia propuesta en este sentido. El Volvo 850 R es un gran ejemplo de este concepto y ahora hay una unidad a subasta.
Este ejemplar fue fabricado en 1996 y su primer destino fue el mercado italiano, desde entonces ha tenido seis dueños distintos y el actual lo ha tenido durante menos de un año. Actualmente se encuentra en Eskilstuna, Suecia.
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Como vehículo familiar que es, ha sido utilizado bastante. Tiene a sus espaldas 224.084 kilómetros, algo que se nota en su estado, que aunque es bueno en términos generales, presenta pequeños desperfectos en el exterior, así como en el interior, donde hay plásticos que no encajan y las muestras de desgaste son evidentes tanto en los asientos como en el volante o en la palanca de cambios.

La carrocería está acabada en rojo brillante y se cree que es la pintura original, calza llantas de 17 pulgadas envueltas en neumáticos Vredestein y el habitáculo combina cuero marrón con ante sintético.
El equipamiento con el que cuenta incluye climatizador bizona, asientos delanteros eléctricos y calefactables, cargador de CD, control de crucero, limitador de velocidad, elevalunas eléctricos, techo panorámico, etc.

Emplea un motor 2.0 turbo de cinco cilindros que desarrolla una potencia de 221 CV, combinado con una caja de cambios manual de seis velocidades y con un sistema de tracción delantera.
La subasta del Volvo 850 R está teniendo lugar en Collecting Cars y todavía quedan tres días para que se cierre. Por el momento ha generado una atención moderada (13 pujas) y lo más interesante es que parece que su precio tampoco se va a ir de madre: en el momento de escribir estas líneas va por 5.101 euros.