María Seguí, directora general de Tráfico, ha informado hoy que dará prioridad al control de la velocidad con radares móviles en las carreteras secundarias y no adquirirá ninguno fijo porque cree que ya son suficientes los instalados en autovías y autopistas; sí que se invertirá en el mantenimiento de los actuales. Seguí ha aclarado que la DGT busca ser más eficaces en la colocación de los radares y que no tiene "afán" de sancionar más.
Respecto a las sanciones, la directora ha señalado que "no se trata de más sino de mejores", para lo que se ha decidido recolocar a los agentes y radares en carreteras secundarias, que es donde se producen más accidentes mortales. "No queremos que la DGT crezca a expensas de emitir más sanciones, por eso la cantidad presupuestada es la misma", ha señalado.
El presupuesto de la DGT asciende a 847 millones de euros. De esa cantidad, 711 millones irán destinados a Tráfico y 136 millones de euros, al resto de ministerios.