Junto con la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), al NASA ha puesto en marcha el programa ARTEMIS con el que espera establecer una presencia sostenible en la Luna para lanzar misiones a Marte. La marca japonesa contribuye con la agencia norteamericana proporcionando el Toyota Lunar Cruiser, un vehículo lunar tripulado con el que espera poder aplicar las tecnologías perfeccionadas utilizadas en las condiciones extremas de la Luna en la Tierra.
Circular por la superficie lunar puede ser muy emocionante, pero la misión requiere mucho trabajo para que el vehículo no sólo sea fiable, sino también cómodo. La tripulación de la JAXA tendrá que vivir a bordo, en un espacio reducido durante un mes aproximadamente, lo cual plantea dos grandes retos: por un lado, la gran fatiga mental que puede afectar a la eficiencia y motivación del trabajo de la tripulación; por otro, la dificultad de trazar un recorrido.
Toyota Lunar Cruiser, el vehículo de Toyota para el programa ARTEMIS de la NASA
Las tecnologías que se incorporarán al Toyota Lunar Cruiser tendrán como objetivo ofrecer la mejor experiencia de usuario posible, un gran rendimiento de conducción y una capacidad todoterreno automatizada.
Concretamente, estas funciones son, entre otras, la prevención de vuelcos en la superficie ignota del satélite, la navegación con señal de radio, la generación de rutas seguras, un control de la dirección intuitivo, asistencia a la conducción con una pantalla superpuesta y un diseño interior que traslade una sensación de amplitud y pueda albergar de dos a cuatro tripulantes.
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Otras aplicaciones podrían ser la exploración remota y automatizada de lugares donde se han producido catástrofes o el transporte de mercancías en zonas peligrosas. La misión servirá a Toyota para poner en práctica todo lo aprendido en beneficio de una conducción más segura sobre cualquier tipo de superficie, también en la Tierra.
Pila de combustible
El Lunar Cruiser estará movido por una pila de combustible regeneradora (FC Regenerative Fuel Cell) desarrollada por Toyota para sobrevivir a las noches lunares. A través de la electrolisis del agua, el sistema permitirá la producción de hidrógeno de alta eficiencia usando la luz solar para disponer de energía por la noche.
Por otro lado, los neumáticos, desarrollados por Bridgestone, estarán hechos de metal, ya que la goma resultaría inútil en las duras condiciones de la Luna. El desarrollo del vehículo lunar contará también con la colaboración de Mitsubishi Heavy Industries (MHI), a través de los datos recabados de la LUPEX (siglas en inglés de la expedición polar lunar)
