Aunque muchos no lo recuerden, el mundo de la automoción estuvo relacionado en cierta manera con la carrera espacial del siglo pasado. En la misión del Apollo 15 estuvo involucrada Chevrolet esta participación estuvo acompañada de la creación de tres Corvette especiales que fueron entregados a los miembros de la tripulación. Ahora uno de ellos va a ser restaurado.
En su día (1971) se fabricaron tres ejemplares en color rojo, azul y blanco. Del primero no se sabe nada, el segundo todavía existe y el tercero es el que va a pasar por el proceso para devolverle el lustre.
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Fue entregado a Al Worden, que estaba al mando del módulo de piloto de la nave. Falleció en 2020 y el coche ha estado unos años a la intemperie, perdiendo lustre, algo que quiere solucionar su nieto, Will Penczak, en colaboración con Luna Replicas, una compañía especializada en coleccionables del espacio.
Ambos lo adquirieron cinco años después de que un coleccionista lo encontrara en mal estado, lo que ha hecho que no pueda conservarse en dicha condición y que sea necesario llevar a cabo una restauración completa. Como curiosidad, dicho coleccionista también tiene en su poder el ejemplar azul que integraba el trío original.
Además de los componentes que se han degradado de manera natural por el paso del tiempo, como las gomas y el caucho, también necesita bastante trabajo tanto cosmético como a nivel mecánico.
Calculan que todo el proceso supondrá una cuantía de entre 150.000 y 200.000 dólares, por lo que están buscando inversores que ayuden con el proceso. Una vez recupere su condición original, sus planes pasan por recorrer con él 250.000 millas alrededor de los Estados Unidos, la misma distancia que hay que recorrer hasta llegar a la Luna.