Existen pocos coches en el mercado tan versátiles como el Subaru Outback 2013. La marca nipona intenta con este modelo satisfacer las necesidades de un usuario que demanda un coche familiar para el día a día pero con posibilidades camperas para los momentos de ocio.
El Outback 2013 es una actualización de la cuarta generación de este modelo, que salió al mercado en 2009 y ahora ve refrescada su imagen. Pero los cambios van más allá del plano estético, y es que en el apartado mecánico encontramos ciertas novedades, siendo la más destacable la posibilidad de combinar el motor diésel bóxer con la caja de cambios de variador contínuo que Subaru denomina 'Lineartronic'.
Exteriormente el nuevo Subaru Outback se diferencia del anterior modelo principalmente por las modificaciones en los paragolpes delantero y trasero, los nuevos faros antiniebla de mayor tamaño, la parrilla en línea con la nueva estética Subaru y la trasera, que ahora le hace parecer más un SUV que un familiar. La longitud total del coche aumenta en 15 milímetros debido a los nuevos paragolpes, llegando así hasta los 4,79 metros. El resto de cotas no varían, teniendo 1,61 metros de alto por 1,82 metros de ancho.
Pero si en algún aspecto ha mejorado este Subaru ha sido en el interior. Los acabados del habitáculo han sufrido una renovación que ya le hacía falta, dejando unos niveles de calidad muy altos. Nada más entrar, lo que más llama la atención es la nueva pantalla de cristal líquido, en color, que preside el centro del cuadro de mandos, entre el velocímetro y el cuentarrevoluciones.
Otro gran avance ha sido el sistema de navegación y la pantalla desde la que se maneja. Era uno de los puntos débiles del anterior Outback y ahora ha pasado a ser uno de los elementos a destacar. Es intuitivo, eficaz y fácil de manejar. Además, su nivel de 'infotainment' y su interactuación con otros dispositivos está al máximo nivel, con posibilidad de conexiones bluetooth o puertos USB. La nueva pantalla LCD tiene una resolución excelente y al ser táctil, es muy intuitiva y rápida de utilizar por el conductor.
El color de la consola central y los embellecedores del volante ha cambiado de plateado para pasar a ser negro, y las botoneras y los mandos auxiliares siguen teniendo una muy buena calidad. En conjunto, el interior se ve elegante y con un cierto toque deportivo.
Por dentro el coche es muy amplio tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Sobre todo, en estas últimas, el espacio para las piernas es mayor al de lo habitual en el segmento. El maletero, con 526 litros, es de los mayores de entre sus rivales y tiene unas formas muy aprovechables.
Pongo a prueba el Subaru Outback 2013 2.0D Lineartronic
Durante la presentación he tenido la oportunidad de probar el motor de gasolina y el diésel, aunque el segundo de forma mucho más extensa -ambos unidos a la caja de cambios Lineartronic-.
El motor de gasolina es un 2.5 bóxer con 173 CV de potencia a 5.600 rpm y un par motor de 235 Nm de fuerza a 4.100 rpm. Unido a la caja Lineartronic, este motor es un prodigio de suavidad y baja rumorosidad. Las prestaciones no son impresionantes, debido en parte al peso del conjunto, 1.533 kg, y a que tiene que tirar de la tracción total. Sin embargo es más que suficiente para casi cualquier uso, y gracias a que el cambio interpreta muy bien las intenciones del conductor, nos permite viajar por autovía a ritmos bastante elevados o movernos por la ciudad con total facilidad.
La versión diesel unida al cambio Lineartronic es la que más he probado en profundidad. Nada más arrancar, lo primero que se percibe es la baja rumorosidad de su motor diesel bóxer. El motor, de dos litros de cubicaje, desarrolla una potencia de 150 CV a 3.600 rpm y un par motor de 350 Nm entre las 1.600 y las 2.400 vueltas. Es un motor muy suave, pero con fuerza cuando se le solicita, y su principal virtud es que no tiene ni el sonido ni las vibraciones de un diésel convencional. Esto se debe a la disposición opuesta de sus cilindros que compensan las vibraciones, haciéndole más semejante a un motor de gasolina.
Nada más empezar la ruta, se aprecia la suavidad del conjunto motor-cambio, que permite callejear sin brusquedades, al nivel de los mejores cambios automáticos de convertidor de par y por supuesto, mucho más agradable que las cajas de cambio de doble embrague que tanto éxito están teniendo.
Una vez en la autovía, el coche se percibe con mucho aplomo, con una estabilidad muy alta que permite conducirlo con mucha seguridad. El motor empuja con fuerza y permite cruceros a velocidades mantenidas sin mucho esfuerzo y con unos consumos bastante contenidos, ya que homologa 6,3 l/100 km.
Uno de mis temores, debido a la altura del coche, que es considerable, era el balanceo de la carrocería, pero tengo que reconocer que los movimientos del chasis están muy bien controlados y da la sensación de estar conduciendo una berlina familiar al uso y no una elevada para su uso off-road.
En este punto tiene mucho que ver el rediseño de la suspensión delantera, que si bien mantiene el esquema McPherson de su antecesor, ha variado los anclajes de los brazos al subchasis y a la estabilizadora más gruesa que monta ahora. En el tren trasero también se han modificado los tarados de muelle y amortiguador buscando el equilibrio óptimo entre la comodidad y la estabilidad.
Fuera de la autovía, en vías secundarias con bastantes curvas, el coche sigue siendo muy estable, aunque no son las condiciones que más le gustan. Si le buscas las cosquillas termina siendo muy subvirador, pero es un hecho que viene dado por la menor adherencia de los neumáticos M+S que monta y que limita, en parte, la agilidad de un chasis excelentemente puesto a punto. Es recomendable, en una conducción más decidida, frenar lo antes posible, para, de esta manera, pasar por las curvas acelerando y dejando que el sistema de tracción total Symmetrical AWD de Subaru trabaje para que el coche traccione hacia la siguiente recta.
Pero la prueba de fuego, donde suelen caer casi todos los vehículos de estas características, es en sus cualidades fuera del asfalto. Sin embargo, el Subaru Outback 2013 a prueba, lejos de verse limitado, es donde marca diferencias. Una altura libre al suelo de nada menos que 200 mm y uno de los mejores sistemas de tracción permanente del mercado le hacen pasar por lugares insospechados. Si le sumamos que de serie viene con los mencionados neumáticos M+S adaptados para el uso en caminos, entonces el conjunto es redondo. Su conducción por pistas es deliciosa. Tuve incluso la oportunidad de probarlo por un camino muy embarrado y deslizante con roderas bastante profundas y el coche respondió con una pasmosa facilidad. En lugares en los que alguno de sus rivales, como un Passat Alltrack o un A4 Allroad no soñarían ni intentar pasar, el Outback sale adelante de forma magistral. La afamada Symmetrycal AWD te saca prácticamente de cualquier apuro. Solo unos ángulos de entrada y salida algo limitantes le diferencian de un auténtico todo terreno.
En resumen, el Subaru Outback 2013 es un verdadero coche para todo. Amplio y espacioso para viajar con la familia gracias a sus dimensiones, suave para circular por la ciudad con su cambio Lineartronic y especialmente dotado con una capacidad campera.
El precio de la versión diésel con cambio Lineartronic arranca en 34.400 euros con el acabado Executive, que incluye elementos como tapicería de cuero, faros de xenón, asientos calefactables eléctricos con memoria o cámara de visión trasera.
Lo mejor
+ Cualidades off-road
+ Espacio interior
+ Buena insonorización
Lo peor
- Limitaciones neumáticos M+S en carretera
- Dirección muy suave
- Pocas opciones disponibles
Texto: Julio Fernández Sánchez-Manjavacas
No les escribo para una prueba ,sino para
saber si el cambio automatico del outback lo aplicaran al modelo forester,
Según el jefe de prensa de Subaru, en el Forester diésel (en el gasolina ya lo hay) llegará a final de año.
Un saludo!
[...] estéticamente el Subaru Outback 2014 es muy parecido a la versión actual (Prueba Subaru Outback 2013 2.0D Lineartronic), las diferencias entre un modelo y otro saltan a la vista. Las líneas de la carrocería son ahora [...]