Normalmente, cuando alguien encuentra un coche abandonado durante muchos años, lo normal es que esté en muy mal estado, como muchos ejemplos que te hemos mostrado aquí. Sin embargo, alguien en Estados Unidos ha comprado un Plymouth Road Runner de 1971 aparcado durante 35 años en un garaje, sin usar, y está perfecto.
Dennins Collins es un coleccionista de coches clásicos y rescató este Road Runner que fue conducido por última vez en 1989. Desde entonces, permaneció aparcado, sin circular en ningún momento. Pero esta unidad tuvo la suerte de estar guardada en un garaje y no en el típico granero, donde muchos clásicos se han echado a perder.
Este Plymouth Road Runner de 1971 aparcado durante 35 años en un garaje está en muy buen estado
Estamos ante un superviviente en toda regla. Para el tiempo que ha pasado en el garaje, este Plymouth Road Runner está sorprendentemente limpio. Tiene una abolladura en la puerta del lado del pasajero, pero parece que la pintura brillará casi como nueva con una limpieza y pulido adecuados. La carrocería está libre de óxido, todos los cromados están intactos y en buen estado, y los pilares C y el techo todavía llevan las icónicas pegatinas con las rayas estroboscópicas.
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El interior también se ha conservado muy bien. Aparte de algún desgaste en el asiento de la banqueta delantera, el habitáculo muestra un desgaste mínimo y no le falta ni un detalle. El hecho de que el salpicadero no esté agrietado después de todos estos años es francamente sorprendente.
Motor V8 y cambio automático, una rara configuración
En cuanto al motor, conserva el V8 de 5.6 litros y 340 CV con el mismo número de serie. Este motor también es especial, porque la gama del Road Runner incluía también un V8 de 6.3 litros con 335 CV, el Six-Barrel de 7.2 litros y 390 CV y el tope de gama HEMI de 7.0 litros y 425 CV.
Sin embargo, aunque el Six-Barrel y el HEMI son los más deseados, la versión con el V8 de 5.6 litros es mucho más escasa, ya que sólo se fabricaron 1.681 unidades de los 13.664 vendidos en 1971. Además, tiene un cambio automático, lo que lo hace más raro todavía: apenas 1.243 ejemplares producidos. Otro de los factores que explican su buen estado de conservación es que su cuentakilómetros marca 105.100 kilómetros.
