Ir de viaje con tu propio coche es una práctica que está muy extendida, pero que por desgracia está restringida a territorio peninsular. En salidas al archipiélago balear si es posible llevarse el automóvil en un barco, pero cuando hablamos de las Islas Canarias no tendría mucho sentido, puesto que es el avión el medio más rápido y eficaz para llegar hasta a ellas.
Sin embargo, precisamente allí disponer de un automóvil se antoja clave, ya que permite recorrer las islas con total libertad, sin necesidad de estar atado o a expensas del transporte público. Por suerte, dada la importancia del turismo allí, existen diversas opciones de alquiler de coches en Canarias.
El más habitual es el alquiler convencional, en el que la compañía de turno ofrece vehículos a sus clientes acordando de manera previa los días durante los que va a ser utilizado. En un lugar tan turístico como las islas la oferta de este tipo es realmente amplia lo que favorece dos aspectos: el primero, que haya suficientes unidades como para que sea bastante fácil alquilar una sin problema; y, el segundo, que debido a la competencia entre unas y otras empresas los precios sean más bajos que en otras zonas vacacionales.
Uno de los mayores exponentes de este ‘Rent-a-car’ es TopCar Canarias, que cuenta con una extensa red formada por ocho delegaciones repartidas por las principales islas y con una oferta de vehículos de todos los segmentos.
Aunque sea el formato más tradicional, en el archipiélago también hay hueco para las fórmulas más novedosas del sector. Así, también es posible encontrar servicios de ‘carsharing’ (o coche compartido) en las islas, con especial interés en lo que respecta a los vehículos de cero emisiones.
El principal problema de los coches eléctricos sigue siendo, a día de hoy, una autonomía que no puede competir con el alcance de un coche de combustión tradicional. Sin embargo, ese escollo es relativo ya que en la península, con kilómetros y kilómetros por recorrer, se pueden quedar cortos, pero en las islas, con unas distancias mucho más contenidas, son más que suficientes y ofrecen una alternativa de movilidad mucho más limpia y respetuosa con el medio ambiente.
Además, también hay que tener en cuenta que no todos los clientes demandan lo mismo, y que también hay un público potencial que pueda necesitar un alquiler de furgonetas. Esto, como es lógico, suele ser terreno de empresas que acudan a las islas para realizar proyectos de diversa índole y, por la dificultad de llegar hasta Canarias, no pueden llevar consigo su flota habitual de vehículos.
Sin embargo, no es un problema puesto que, de la misma manera que hay una amplia oferta de compañías de alquiler convencional, también la hay de entidades especializadas en el alquiler de vehículos comerciales. Éstas suelen disponer de una gama de vehículos de carga muy variada, que abarcan desde transporte ligero a pesado, así como de diversos tamaños. Se postulan como una opción barata y sin muchas complicaciones para que los profesionales puedan llevar a cabo su trabajo en el archipiélago.
