Actualmente, la industria del automóvil anda inmersa en la búsqueda de alternativas a los tradicionales motores de combustión interna, especialmente, en el desarrollo del coche eléctrico. También hay fabricantes que apuestan por el hidrógeno, aunque a menor escala. Pero Mazda ya experimentó con este elemento utilizado como combustible a comienzos del milenio. Y lo hizo con el Mazda RX-8 Hydrogen RE,
La compañía japonesa hizo una apuesta clara por desarrollar tecnologías de combustión que permitan reducir al mínimo el impacto sobre el medio ambiente. Con el RX-8 Hydrogen, Mazda creó un vehículo híbrido basado en la tecnología del motor rotativo RENESIS, capaz de funcionar tanto con gasolina como con hidrógeno.
Mazda RX-8 Hydrogen RE (2008): el deportivo híbrido con motor rotativo de hidrógeno
Corría el año 2003, una época de bonanza en general, cuando la marca nipona se presentó en el Salón del Automóvil de Tokio con un prototipo equipado con un motor rotativo de hidrógeno. Un año más tarde, la compañía recibió el visto bueno de las autoridades japonesas para realizar las pertinentes pruebas en carretera orientadas al desarrollo y aplicación práctica de esta tecnología avanzada.
Mazda necesitó 29 meses para desarrollar un modelo rotativo de hidrógeno de producción a partir de un prototipo. Gracias al sistema de doble combustible, el RX-8 Hydrogen RE podía funcionar indistintamente con gasolina o hidrógeno a alta presión. Esta combinación proporcionaba grandes posibilidades, ya que permitía su uso en zonas donde no existía una infraestructura de estaciones de servicio de hidrógeno.
Al mismo tiempo, este motor híbrido era más respetuoso con el medio ambiente, ya que emitía cero emisiones de CO2 y prácticamente inapreciables partículas de óxido de nitrógeno cuando utilizaba el hidrógeno, pero sin perder las sensaciones de conducción propias de un motor de combustión interna.
otra ventaja del motor híbrido del RX-8 de hidrógeno era que utilizaba componentes de motor y piezas ya existentes en Mazda, por lo que este innovador propulsor podía ser fabricado con un alto grado de fiabilidad y a un coste de producción relativamente bajo.
En cuanto a prestaciones, el motor producía 210 CV y 222 Nm de par cuando funcionaba con gasolina, mientras que, cuando lo hacía con hidrógeno, la potencia se quedaba en 109 CV y 140 Nm de par. Tenía un depósito de gasolina de 61 litros que le proporcionaba una autonomía de 549 kilómetros y un tanque de hidrógeno a presión de 110 litros a 350 bares, con el que podía recorrer 100 kilómetros.
Empieza un régimen de leasing en 2006
A principios de 2006, Mazda recibió la autorización del Ministerio de Infraestructura Terrestre y Transporte de Japón para ofrecer en régimen de leasing el Mazda RX-8 Hydrogen RE a sus dos primeros clientes. El coche utilizaba un sistema que permitía al conductor seleccionar el tipo de combustible que desea utilizar, hidrógeno o gasolina, simplemente pulsando un botón.
El motor V8 de hidrógeno que ha patentado Ford y puede salvar los motores de alto rendimiento
A lo largo de 2006, Mazda llegó a un acuerdo con varias compañías energéticas e instituciones públicas japonesas para disfrutar de un modelo RX-8 Hydrogen RE en régimen de leasing, lo que supuso el primer contrato de este tipo firmado para un vehículo con motor rotativo de hidrógeno. Unos meses después, a finales de 2007, Mazda y el gobierno de Noruega llegaron a un acuerdo por el cual, la marca nipona entregó 30 unidades del RX-8 Hydrogen RE en el verano de 2008.
Es conocida la tradición de Mazda con el motor rotativo. Además, según la marca, el motor rotativo es más adecuado que uno tradicional para funcionar con hidrógeno. Con el RX-8 Hydrogen RE, la compañía nipona demostró las posibilidades del motor rotativo de hidrógeno, capaz de ofrecer buenas prestaciones sin perjudicar el entorno medioambiental.