Sacar un buen producto al mercado no siempre es una garantía de que las cosas vayan a ir bien. Para demostrarlo hemos hecho una selección con los fracasos más sonados del mundo del automóvil. Detrás de muchos había una planificación desastrosa, aunque otros simplemente tenían fallos garrafales que mancharon su imagen de manera irreversible. Incluso los ha habido muy feos. Estos son los coches:
Ford Scorpio
La segunda generación del Ford Scorpio nació a mediados de los '90. Las grandes expectativas generadas por la primera versión se vieron truncadas por un diseño estrepitoso y un precio demasiado alto, al nivel de otras marcas europeas de más renombre.
AMC Gremlin
A pesar de que no era un mal coche, siempre fue visto como un automóvil de 'perdedor', siendo comparado con el que el personaje de Hans Topo usaba en la serie de Los Simpson. Fue lanzado para luchar contra sus marcas rivales en el segmento y en él se probaron diversos cambios de motor con combustibles alternativos. Como curiosidad, tiene el símbolo de un gremlin en algunas partes, como en el tapón del depósito de combustible.
Porsche 914
Hay ocasiones en las que es mejor no probar cosas que son contrarias a tu filosofía. Y aunque el Porsche 914 no era un mal coche, fue uno de los fracasos más sonados del mundo del automóvil porque no se le consideró un auténtico Porsche. Tenía un motor de cuatro cilindros y 100 CV, y se fabricó bajo el paraguas de Volkswagen. Un detalle sintomático: la llave para arrancar se introducía a la derecha del volante.
Citroën SM
El Citroën SM es toda una preciosidad, uno de esos clásicos que merece la pena conservar. Pero había varias cosas que le convertían en un dolor de muelas. Tenía un chasis no muy bien afinado y un motor de origen Maserati que gastaba lo que no está escrito. Además, también dio muchos problemas en lo relativo a averías.
Smart Roadster
El Smart Roadster es un juguete, un kart homologado para ir por la calle. Sin embargo, lo que le mató es que era muy caro como coche nuevo. Aunque pesaba solo 890 kg, sus motores solo llegaban a los 101 CV de la versión Brabus. Los normales tenían 60 u 80 CV. Se vendieron menos de 50.000 unidades en casi tres años.
Volkswagen Phaeton
El Volkswagen Phaeton tiene todo lo que debería tener una berlina de lujo para triunfar... excepto imagen de marca. Sabiendo la marquitis que hay en el mundo quedó claro que el ansia de la firma de Wolfsburgo por tener un sedán distinguido no fue una buena decisión. Es una compra excelente de segunda mano siempre que tengas dinero para mantenerlo.
Jianling Landwind
El primer vehículo chino que fue comercializado en el viejo continente. El Jianling Landwind, no obstante, no empezó con buen pie: durante los test de choque se partió en dos en un impacto frontal. Se dijo que su conductor no sobreviviría a un accidente así... circulando a 64 km/h. Como puedes imaginar, eso no atrajo a muchos compradores.
Fiat Multipla
El Fiat Multipla siempre entra en las quinielas de los coches más feos que se han fabricado jamás. Le sobraba modularidad y espacio -y personalidad-, y tenía mucha luminosidad interior. Si bien fueron los tres asientos delanteros su característica más destacable. La segunda generación tampoco triunfó. A día de hoy se ha convertido en un 'meme' con ruedas.
Rover 827
Cuando se unen dos fabricantes con una buena idea hace falta dinero y experiencia. Y ni Rover tenía de lo primero ni la marca Honda sabía hacer buenas berlinas. El Rover 827 estaba basado en el modelo Legend de la firma japonesa y a pesar de su imagen robusta no era para nada fiable, sobre todo en lo que concierne al aspecto electrónico.
Lancia Thesis
El Lancia Thesis es uno de esos vehículos que o te encanta, o lo odias. Le pasó algo parecido al Phaeton: era demasiado caro y lujoso. Y el pastel en su rango de precios se lo llevaban las berlinas alemanas, salvo contadas excepciones. Además, su diseño era demasiado extravagante.
Audi A2
El Audi A2 fue un incomprendido, un adelantado a su tiempo. Si hubiera sido lanzado un lustro después estoy seguro de que habría sido un éxito. El aprovechamiento interior era excelente, su aerodinámica estaba muy trabajada y pesaba muy poco gracias al uso masivo del aluminio, lo que le hacía muy eficiente en el gasto de combustible.
NSU Ro 80
El NSU Ro 80 fue el último modelo de la firma alemana. Fue nombrado coche del año a finales de los '60 y su diseño fue llevado a cabo por Claus Luthe, que luego dirigiría el departamento homólogo de BMW. Ahora bien, su motor Wankel salió bastante malo en relación a las averías y fallos. En algunos casos hubo que cambiarlo antes de los 50.000 km.
BMW Z3 Coupé
Tan solo se construyeron unas 7.000 unidades del BMW Z3 Coupé. Se trata de la carrocería con techo duro del BMW Z3. Tenía formas de shooting brake y era realmente original. Únicamente contaba con dos plazas y su versión más estimulante era la M, que llegó desarrollar 325 CV de potencia.
Ford Edsel
El Ford Edsel se hizo famoso por la poca -o nula- fiabilidad de sus componentes: todo fallaba en él. Su calidad era lamentable y cuando adquirió notoriedad en Europa, a donde se importó a finales de los '50, lo hizo por sus problemas. Los números en cuando a ventas fueron un estrépito y de una proyección de más o menos 200.000 unidades en el primer año se acabaron matriculando poco más de 60.000.
Renault Avantime
El Renault Avantime fue un coche extrañísimo. Mezclaba una carrocería coupé con la de un monovolumen... ¡pero con tres puertas! Tenía más pinta de prototipo que de modelo de producción y daba la sensación de ser un adelantado a su tiempo. Por si fuera poco era realmente caro y su gama solamente disponía de un motor V6 de 3,0 litros.
Toyota Yaris Verso
Fuera de nuestras fronteras, el Toyota Yaris Verso fue un coche muy valorado. Un concepto extraño, el de monovolumen pequeño, pero un diseño tan raro como su filosofía. Espacioso y luminoso como poco, no acabó de entrar por los ojos a la mayoría de españoles con su aspecto de kei car sobredimensionado. Una mezcla entre utilitario y comercial ligero en su versión para pasajeros.
Triumph TR7
El Triumph TR7 fue el modelo designado para tomar el relevo del aclamado TR6. Uno de sus grandes fallos fue el hecho de pasar a ser un coupé en su lanzamiento, en vez de un roadster, algo inherente a la marca británica. Además, la calidad era como mínimo cuestionable, y su comportamiento dejaba bastante que desear. A pesar de todo comercialmente funcionó relativamente bien.
Seat Toledo
La tercera generación del Seat Toledo fue un auténtico despropósito. Tras el triunfo de sus antecesores, la firma española se la jugó con una especie de monovolumen con un 'culo' incrustado en la parte trasera. Compartía muchísimos elementos con el Seat Altea, un coche más lógico y que tuvo mucho más éxito. Aun así, el 2.0 TDI de 140 CV resultaba interesante por su motor y su espacio interior.
Volvo 262
El encargado de darle forma al Volvo 262 fue Bertone, el aclamado diseñador italiano. De hecho, su carrocería se montón en el país transalpino. Sin embargo, el sucesor del exitoso 260 pasó a ser la oveja negra del fabricante sueco. Un coupé que, a día de hoy, resulta muy inusual. Pero no fue suficiente como para ganarse el aplauso del gran público.
BMW Serie 7
La época de Chris Bangle en BMW se recuerda como la de los grandes fracasos y aciertos en diseño. Por ejemplo, el BMW M5 E60 era una preciosidad y una máquina deseada por todo petrolhead. Pero en lo que respecta al Serie 7, la berlina de representación de la firma de Múnich, no había por dónde cogerla. Especialmente por su trasera. Curiosamente hoy están de moda los faros unidos en la zaga.
SsangYong Rodius
¿En qué coche caben ocho pasajeros y todo su equipaje? En un SsangYong Rodius, no hay otro igual en cuanto a amplitud. Era tan perfecto para familias numerosas como feo por fuera. Y eso que con la evolución del modelo su diseño se fue convirtiendo en algo cada vez más digerible. Pero ni con esas: solo hay que ver cómo se resolvió su parte trasera.
Yugo
El Yugo ha sido nombrado, de manera no oficial, como el peor coche de la Historia. Lo sea o no, está claro cuál es el sentir popular para con este modelo. Pero es que era un despropósito. Estaba construido sobre la plataforma del Fiat 127, y la chapa exterior era demasiado fina como para ser segura. Además, los 'grillos' en su interior eran constantes. Giugaro se encargó de su diseño, pero ni eso le salvó. Tuvo entre 45 y 65 CV.
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Mercedes Vaneo
El Mercedes Vaneo era algo a lo que no nos tenía acostumbrados en la firma alemana. Una especie de furgoneta reconvertida a monovolumen construida sobre la base de la primera generación del Clase A. Un modelo impropio del prestigio de Mercedes y que tampoco era muy agraciado en el plano estético. Recuerda, en cierto modo, al Toyota Yaris Verso.
Nissan Primera
El Nissan Primera de mediados de los 2000 fue un coche raro. En la marca japonesa apelaban a su diseño como su mayor argumento de ventas. Evocaba al de un delfín saliendo del agua, pero sus líneas fluidas no acabaron de cuajar entre los clientes potenciales. Tenía muy poca superficie acristalada y una instrumentación en el centro del salpicadero tampoco ayudó.
Peugeot 1007
Está claro que con este pequeño monovolumen Pininfarina tuvo un mal día. El estudio de diseño italiano, uno de los más reputados del sector, fue el responsable del Peugeot 1007. Un vehículo de dimensiones reducidas del que se suponía que su punto fuerte era el aprovechamiento interior... y la accesibilidad. Porque sus dos puertas laterales eran correderas y se averiaban con facilidad.
Hyundai Coupé
El Hyundai Coupé podría ser considerado como una copia económica del Ferrari 612 Scaglietti. Sin embargo, el hecho de ser un coche tan 'poco fino' le hizo ganarse una fama inmerecida que espantó a multitud de compradores. Ni siquiera ser un deportivo -al menos por estética- muy económico le salvó de un descalabro en ventas bastante previsible.
Oldsmobile Diesel
La marca Oldsmobile se estrenó con motores diésel a finales de los '70, en plena crisis del petróleo. La eficiencia en el consumo de combustible empezaba a ser algo a valorar para comprar un coche. Pero el experimento con un 5.7 V8 atmosférico de 125 CV salió fatal. Eran motores problemáticos y sus prestaciones ridículas. Aunque eso sí, los consumos eran buenos.
Alfa Romeo Arna
El Alfa Romeo Arna surgió de una colaboración entre Nissan y la firma transalpina. Lo que tendría que haber sido algo que representase el diseño italiano y la fiabilidad japonesa acabó plasmando un diseño soso y un motor poco fiable. Tal fue el fracaso que en más o menos tres años -de 1983 a 1986- no llegaron a venderse ni siquiera 28.000 unidades.
Kia Elan
Lo único bueno que tiene el Kia Elan es el nombre, ya que evocaba al mítico deportivo de Lotus. Fue una copia descarada después de que la firma británica se decidiese por volver a la carga con una nueva generación de uno de sus roadsters más famosos. Era un modelo de dudosa calidad, con unas prestaciones malas y muy incómodo en marcha.
Opel Chevette
El Opel -o Vauxhall, en las islas británicas- Chevette fue como un cajón desastre para la marca alemana. Supuso uno de los fracasos más sonados del mundo del automóvil debido a su imagen de modelo 'barato'. Tenía un diseño que mezclaba aspectos del Manta y del Kadett, y no era ni una cosa ni la otra.
Jaguar X-Type
El Jaguar X-Type ha sido uno de los fracasos económicos más sonados en la industria de la automoción y, por ende, de la historia de la marca de Coventry. Fue una berlina del segmento D que utilizaba muchos componentes de Ford. Debido a ello y a que también estrenó la tracción delantera en Jaguar hubo muchas críticas por parte de propietarios y puristas.
Ford Explorer
Los problemas que hicieron que el Ford Explorer se convirtiese en uno de los fracasos más sonados del mundo del automóvil fueron relativos a la seguridad. A sus neumáticos Firestone se le podía despegar la banda de rodadura, lo que implicaba un agarre nulo. Fueron llamadas a revisión más de cuatro millones de unidades y murieron unas 200 personas debido a este problema.
Chevrolet Corvair
El Chevrolet Corvair era un vehículo muy inestable, lo que le convertía en un coche peligroso. Esto se debía a su motor, ubicado en posición trasera y que pesaba muchísimo, lo cual influía sobremanera en su comportamiento dinámico. Llegó a montar un propulsor turbo de 95 CV de potencia.
se equivocaron con este automovil, en suramerica fué un exito, se fabricó por casi 20 años en muchos paises con gran exito, de donde sacaron que fue un fracaso.
estoy hablando del opel chevette.
De 8 pasajeros mas maletas nada, de 7 no pasa, configuración 2-2-3 y por supuesto que si ahí que es más cómoda y espaciosa, la ""grand voyager""