En los últimos años se ha comprobado que la presencia de drogas, además de la de alcohol, es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta la seguridad vial, como demuestra que el 63% de los conductores sancionados en 2014 estaban bajo los efectos del alcohol o las drogas -58.607 de 92.682-.
Es cierto que estas sustancias, incompatibles con la conducción, están detrás de muchos accidentes, pero hay que alertar, como bien indica AEA (Automovilistas Europeos Asociados), que el hecho de sancionar la sola presencia de drogas, puede dar falsos positivos. Y es que la prueba salival puede detectar rastros de consumo de hasta varios días antes del momento de la conducción, ya que hay sustancias que perduran en el organismo, aunque no se esté bajo sus efectos.
Pero ahí no queda la cosa, puesto que según AEA, algunos medicamentos de prescripción habitual pueden tener una estructura parecida a las drogas que detecta la máquina y también pueden provocar falsos positivos.
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