ESPECIAL: Mercedes-Benz Clase C, un repaso a los avances técnicos que crearon tendencia

Las distintas generaciones de la berlina compacta de Mercedes-Benz siempre han sido pioneras en la introducción de nuevos avances técnicos en su segmento. El modelo más vendido de la firma de la estrella lleva creando tendencia desde principios de la década de 1980, por ejemplo, con el añorado 190 E 2.3-16 -W201- de 1983 y llega hasta nuestros días con el recién presentado Mercedes Clase C 2014.

Una de las principales causas del éxito de la serie W201 la encontramos en la introducción de nuevas mecánicas de combustión interna, como los propulsores diésel de cuatro -OM 601- y cinco cilindros -OM 602-. Poseían unas características muy similares a las de los bloques modernos, pues destacaban por sus bajos niveles de consumo, de emisiones y de vibraciones. Además, la variante turboalimentada del motor de cinco cilindros -OM 602- fue la encargada de demostrar al mundo que los vehículos diésel no tenían por qué ser lentos: el 190 D 2.5 Turbo de 1986 era capaz de acelerar de cero a 100 Km/h en 11,5 segundos. (En la imagen: elementos insonorizadores en un 190 D)

En cuanto a los motores de gasolina, las distintas versiones del 190 E -W201-, al igual que los diésel, emplearon propulsores provenientes de otros modelos de la marca. La variante de cuatro válvulas por cilindro del motor M102, que se estrenó por primera vez en el 190 E 2.3-16 de 1983, causó sensación. Fue el primer motor de gasolina con cuatro válvulas fabricado en serie para un turismo Mercedes-Benz y en total, fue instalado en 19.487 vehículos. (En la imagen: motor 2.3-16  con el que la berlina llegó a batir hasta 11 récords en su categoría)

La siguiente generación del  Mercedes-Benz Clase C -W202- llegó con una sorpresa bajo el capó. El Salón de Frankfurt, celebrado en septiembre de 1997, fue testigo de la presentación del primer turismo diésel con sistemacommon-rail. El motor OM 611 del C 220 CDI fue el primero en emplear esta tecnología, que ha continuado evolucionando a lo largo de estos últimos años y también, fue la primera vez que el apellido CDI acompañaba a un modelo de Mercedes.

En 1995, los ingenieros de la marca alemana decidieron rendir tributo a los míticos propulsores de competición sobrealimentados con compresor volumétrico y presentaron el 2.3 de cuatro cilindros -M 111-, que debutó por primera vez en C 230 Kompressor de 1995. Este propulsor ofrecía un elevado rendimiento con un gasto reducido de combustible, sobre todo en comparación con una mecánica atmosférica de similar potencia. Además, esta generación del Clase C -W202- fue la primera en estar disponible con un motor V8 -C 43 AMG de 1997 con 306 CV-, una tendencia que años más tarde sería imitada por sus principales rivales. (En la imagen: motor M111 del Mercedes C 230 Kompressor)

La penúltima generación del Mercedes-Benz Clase C -W204- fue la encargada de estrenar, en 2008, el motor diésel OM 651 capaz de generar 204 CV, que destacaba por emplear las últimas tecnologías y por su elevado rendimiento y todo, con un consumo reducido. Viendo el éxito logrado por este bloque, no es de extrañar que más tarde estuviera disponible en el buque insignia de la marca, el Clase S, que se convirtió así en el primer modelo de su segmento en recurrir a un motor de cuatro cilindros. Como curiosidad, los ingenieros de la marca no pudieron resistieron la tentación e instalaron un propulsor OM 651 en el vano de un 190 E de 1982, demostrando así la evolución que habían seguido los motores turbodiésel a lo largo de las dos décadas siguientes.

Pero como te podrás imaginar, la berlina compacta de Mercedes no siempre ha estado propulsada por motores de combustión interna. Al igual que BMW, la firma de la estrella lleva años desarrollando vehículos propulsados con electricidad. Por ejemplo, en 1991 presentaron un prototipo de 190 E -W201- equipado con dos pequeños motores eléctricos que ofrecían, cada uno, 22 CV de potencia. No sabemos con exactitud cuántas unidades fabricaron de este modelo, pero sí podemos contaros que al menos una de ellas superó la barrera de los 100.000 kilómetros tras un año de intenso uso. (En la imagen: Mercedes 190 E Elektro con 100.000 Km)

La siguiente generación del Clase C -W202- también sirvió como base para el desarrollo de versiones eléctricas. En el Salón de Frankfurt de 1993, Mercedes presentó un Clase C con un motor eléctrico de 48 CV y una autonomía de hasta 110 kilómetros. En ese mismo evento, los visitantes también pudieron contemplar dos prototipos del W202 propulsados mediante sistemas híbridos, uno en paralelo y el otro en serie.

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