El Alfa Romeo 4C hace tiempo que dejó de fabricarse (en 2020, para ser exactos), pero la marca italiana ha querido recuperar el deportivo para crear un trío de ejemplares inspirados por Nicola Larini, campeón de DTM de 1993, cada uno con una decoración específica.
Algo que hay que señalar es que no son coches completamente nuevos, si no que, como es habitual en las series ‘Reloaded by Creators’ de Alfa Romeo, están basados en unidades existentes, que se modifican para crear especificaciones únicas.
En este caso, se ha optado por tres combinaciones de colores, Pine Green, Plum Red y Ochre Yellow; que están inspirados por los Giulia de competición de los años 70. Es evidente el aroma retro que lucen y, además, en lugar de calcar el diseño pero cambiando los tonos, se ha querido que cada uno tenga un formato específico para distinguirlo de los otros dos.
Alessandro Maccolini, actual director de proyectos de diseño de Alfa Romeo y diseñador del 4C, ha declarado: “Junto con Nicola, hemos elegido el verde pino, el rojo ciruela y el amarillo ocre, tres colores que forman parte de la historia de Alfa Romeo y que aparecieron en los Giulia GT y GTV de los años 70. En el 4C, los colores se revisaron ligeramente para hacerlos más compatibles con su carrocería”.
“Además, en un guiño a su herencia automovilística, trabajamos en el diseño gráfico para producir una decoración específica para cada modelo. Escuchamos las sugerencias de Nicola para recrear una sensación de carrera también en los interiores. Por ejemplo, utilizamos una microfibra negra para eliminar cualquier cosa que pudiera causar reflejos dentro del vehículo, asegurándonos al mismo tiempo de mantener el agarre requerido para el asiento y el volante”, concluye.
A nivel mecánico no hay cambios y mantienen el mismo propulsor que el modelo estándar, un bloque 1.75 turbo de cuatro cilindros que desarrolla una potencia de 240 CV.
El trío de Alfa Romeo 4C está a la venta, pero no se ha desvelado el precio de cada unidad. El objetivo es que los adquieran coleccionistas y que, seguramente, no se conduzcan nunca.
