Ford Mustang

Recibe diversas modificaciones y mejores… materiales. Su frontal es similar a los modelos de los 70. Dependiendo de la versión, se encargan de moverlo un V6 4.0 o un V8 4.6 .

Después de la llegada del nuevo Dodge Challenger y del Chevrolet Camaro a suelo americano, Ford renueva su muscle car con una imagen más actual y acabados de mayor calidad.

El aspecto del frontal recuerda a los modelos de 1970. Tanto en el V6 como en el GT, los intermitentes delanteros están integrados en los grupos ópticos. Los faros antiniebla del primero, van colocados en los paragolpes, mientras que en el segundo, en la parrilla. El capó ha sido rediseñado completamente y acoge un “Power Dome” (sobredimensión en la tapa).

La cintura del Ford Mustang es mucho más marcada. Además, un nervio recorre todo el lateral, desde el paso de rueda delantero hasta el trasero. Éstos han sido retocados y ya no son tan musculosos como los de la generación anterior.

En la zaga del vehículo encontramos un pequeño alerón con cámara incorporada (según la versión) y un nuevo diseño en los pilotos. Las dos luces de marcha atrás las encontramos entre las de posición.

El interior es una de las partes del vehículo que más ha ganado con el cambio. Viste materiales de mayor calidad, acabados perfeccionados y una consola con un nuevo diseño. Existe la posibilidad de instalar el sistema MyColor, con el que podemos elegir la tonalidad de los relojes del cuadro de mandos de entre 125 colores.

La versión V6 trae de serie unas llantas de 17 pulgadas y son opcionales unas de 18. En el caso del V8, monta unas de 18 pulgadas y como opción existe la posibilidad de elegir unas de 19.

El propulsor de la versión básica es el mismo V6 4.0 litros de 210 CV que acopla la versión actual. Los cambios llegan al motor del GT, que ahora lleva un V8 4.6 de 315 CV y 440 Nm de par.

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