En los últimos veinte años, el número de menores fallecidos en accidentes de tráfico ha experimentado un importante descenso. De los 307 muertos que se produjeron en 1990, se ha pasado a 60 en 2009. Una legislación más exigente con el uso de sistemas de retención infantil y una mayor concienciación por parte de la sociedad han sido claves para que este tipo de siniestros hayan descendido un 80 por ciento. Esta es una de las conclusiones que destaca el estudio ‘Panorama de la Seguridad Infantil en el Automóvil (1990-2009)’, que hoy han presentado en Madrid Fundación Mapfre y Ford, y que tiene como objetivo analizar la evolución de la seguridad vial infantil durante estos años en España e insistir en la importancia de utilizar correctamente los sistemas de retención de seguridad.
Del informe se desprende que a pesar de que los accidentes de tráfico constituyen la primera causa de muerte accidental o violenta en los menores de 14 años, la evolución durante estos años ha sido muy positiva. Las estadísticas que presenta el estudio lo confirman: a finales de los 90, la mitad de los niños fallecidos en España por causas externas fue víctima de un accidente de circulación. Diez años después, el porcentaje de este tipo de fallecimientos se redujo al 29 por ciento, debido principalmente a que el número de niños fallecidos en accidentes de tráfico también se redujo en un 25 por ciento. La medida de seguridad que más ha contribuido a este descenso de la siniestralidad es el uso de asientos o sillas de seguridad infantil, que han demostrado ser capaces de prevenir entre el 50 y el 80 por ciento de las lesiones mortales y graves.
Pese a estos resultados tan positivos, el informe señala que en 2009 todavía murieron 60 niños por esta causa en España, y 489 resultaron heridos graves. De los fallecidos, el 66 por cierto perdió la vida en la carretera, frente al 34 por ciento que se produjo en la ciudad. Asimismo, más de la mitad de los niños menores de 15 años que fallecieron en accidentes de tráfico en 2009 eran ocupantes de turismos o furgonetas ligeras. Este dato contrasta con el colectivo de peatones, de los que fallecieron más de un tercio. El descenso en estos casos también ha sido notable en el grupo de niños de entre 10 y 14 años, cuyo índice de siniestralidad mortal se ha reducido un 84 por ciento, seguido del colectivo entre 2 y 5 años (82 por ciento) y del de 6 a 9 años (80 por ciento).
El informe destaca que el avance que ha experimentado la seguridad vial en España en los últimos años se produce cuando comienzan a mejorar las infraestructuras, se actualiza la legislación general sobre tráfico y seguridad vial, aumenta la conciencia social sobre los peligros en la carretera, y se desarrollan un mayor número de campañas permanentes centradas en la importancia de moderar la velocidad. También destaca el desarrollo que ha tenido la normativa sobre el uso de asientos infantiles de seguridad, la mejora en el diseño de estas sillas y en la seguridad de los vehículos en general.
Entre las medidas de seguridad vial que propone el estudio destacan aquellas que van dirigidas a conseguir que todos los niños utilicen un sistema de protección adecuado a su edad. Hay que tener en cuenta que a pesar de que en los últimos años ha mejorado notablemente el porcentaje de niños pasajeros de turismos y furgonetas que utilizan algún sistema de retención (un 87,5 por ciento en 2008), más de la mitad de los niños fallecidos en accidente de tráfico ese año viajaban sin ningún sistema de protección. Los motivos más aludidos por los padres para no utilizar estos sistemas son: trayectos cortos (38 por ciento) y pereza (20 por ciento). Fundación Mapfre también cree necesario reforzar los mensajes relacionados con la seguridad vial, no sólo cuando los niños viajan como pasajeros, sino también cuando se desplazan como peatones.
Decálogo para padres
Silla y cinturón: Nunca lleve a un niño en el coche sin utilizar un asiento infantil y un cinturón de seguridad. En caso de accidente podría salir violentamente despedido contra el parabrisas, golpearse mortalmente contra otros ocupantes del vehículo y terminar tendido sobre el asfalto. No tenga prisa a la hora de deshacerse de estos asientos, son más seguros que el cinturón para adultos.
Nacimiento: Proteja a su hijo desde el mismo momento de su nacimiento. Cuando salga de la maternidad con el bebé, utilice un capazo o cuco para transportarlo.
Trayectos cortos: No baje la guardia en este tipo de trayectos, muchos accidentes suceden cerca de casa. Además, los niños más pequeños no saben de “excepciones” y terminarían entendiendo que usar el asiento es algo “opcional” o voluntario.
Peso y estatura: Utilice siempre una sillita de seguridad adecuada al peso y a la estatura de cada niño. Recuerde que la edad del menor es siempre orientativa y que lo verdaderamente seguro es que el asiento se adapte a estos requisitos.
Silla defectuosa: Si tiene dudas sobre el estado de un asiento o sillita infantil, ya sea porque haya sufrido un accidente o un golpe fuerte, no la use. Los daños o desperfectos en el asiento, a simple vista inapreciables, pueden provocar que este hábito se rompa en un accidente posterior. Los asientos infantiles también “envejecen” y algunos fabricantes desaconsejan usar asientos con más de cinco años. En caso de duda, consulte el manual de instrucciones de su asiento.
De viaje: Antes de iniciar un viaje, compruebe que el asiento infantil está firmemente sujeto al vehículo y que el niño lleva abrochado, siempre sin holguras, su arnés o cinturón. Abroche el arnés o cinturón después de haberle quitado el abrigo, que podrá sustituir por una manta colocada encima.
Sí a ISOFIX: El sistema ISOFIX de sujeción rápida de la sillita al vehículo suele facilitar notablemente la instalación y, en general, también mejora la protección en caso de accidente: si tiene esta opción, elíjala.
Instalación: Colocar un asiento infantil en el vehículo no siempre es fácil. Para facilitar esta tarea, compre la sillita en un establecimiento de confianza donde le respondan a todas sus preguntas, le ayuden a instalarla la primera vez, y le permitan devolverla fácilmente.
Predicar con el ejemplo: Ayude a sus hijos a adquirir hábitos que les protejan durante toda su vida. Para ello use el cinturón de seguridad y nunca cruce la calle con el semáforo en rojo.
No ceder: Si su hijo no quiere sentarse en la silla, manténgase firme. De lo contrario, el niño aprenderá que, sólo con protestar un poco, puede salirse con la suya. Si es preciso, detenga el vehículo en un lugar seguro y hágale ver que no se puede continuar hasta que todos los ocupantes viajen sujetos en sus sillas y con sus cinturones.