¿Qué es lo que se valora de un motor? Si hablamos de deportivos se busca que sean bloques con mucha potencia y par, que tengan un rugido atronador, que tengan una respuesta in mediata… Si tratamos con marcas generalistas lo que se premia es su fiabilidad, su confort de marcha, su baja rumorosidad, su eficiencia, etc. Pero hoy nos queremos detener en un aspecto que para nada se plantea el grueso del público: su imagen. Aquí tenéis los motores más bonitos de la Historia.
Puede parecer una cuestión baladí y, si lo pensamos en profundidad, a fin de cuentas lo es. ¿Qué más dará lo que lo que haya bajo el capó sea visualmente si agradable mientras que cumpla su cometido como debe? En principio nada, pero levantar la tapa y ver un magnífico propulsor en toda su gloria no tiene precio.
No entraremos en la tendencia actual por la que los fabricantes tienen la fea costumbre de taparlos con cubiertas de plástico, que aunque sirve para ofrecer una imagen más limpia al ojo inexperto, le quita bastante gracia a abrir el capó. Centrémonos en los muchos y muy buenos ejemplos que han existido en el mundo de la automoción: estos son los motores más bonitos de la Historia.
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