¿Qué es lo que se valora de un motor? Si hablamos de deportivos se busca que sean bloques con mucha potencia y par, que tengan un rugido atronador, que ofrezcan una respuesta inmediata… Si tratamos con marcas generalistas lo que se premia es su fiabilidad, su confort de marcha, su baja rumorosidad, su eficiencia, etc. Pero hoy nos queremos detener en un aspecto que para nada se plantea el grueso del público: su imagen. Aquí tenéis los motores más bonitos de la Historia.
Puede parecer una cuestión baladí y, si lo pensamos en profundidad, a fin de cuentas lo es. ¿Qué más dará lo que lo que haya bajo el capó sea visualmente si agradable mientras que cumpla su cometido como debe? En principio nada, pero levantar la tapa y ver un magnífico propulsor en toda su gloria no tiene precio.
No entraremos en la tendencia actual por la que los fabricantes tienen la fea costumbre de taparlos con cubiertas de plástico, que aunque sirve para ofrecer una imagen más limpia al ojo inexperto, le quita bastante gracia a abrir el capó. Centrémonos en los muchos y muy buenos ejemplos que han existido en el mundo de la automoción: estos son los motores más bonitos de la Historia.
Lamborghini Miura
Los clásicos nunca pasan de moda, ¡mira ese V12! Está montado en posición central y con él este Lamborghini aceleraba de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 280 km/h gracias a su potencia, cifrada en más de 350 CV en cualquiera de los casos.
Ferrari 250 Testa Rossa
No dejamos el pasado para ratificar que antes las cosas se hacían bien: el 12 cilindros en V a 60 grados con tres litros de cubicaje entregaba 300 CV… y estamos hablando de 1958. Un bloque de 3,0 litros situado en posición delantera y asociado a una caja de cambios manual.
McLaren F1
No es ni el primer ni el último V12 de la lista, pero si el único que tiene las paredes del vano motor cubiertas de pan de oro, no por fardar si no por cuestiones térmicas. No en vano, estamos hablando de uno de los mejores coches superdeportivos de la Historia, y no solo por su propulsor de más de 600 CV.
Bugatti EB110
Padre del Veyron y abuelo del Chiron, el EB110 es la génesis de esta dinastía de superdeportivos: un V12 3.5 de 560 CV sobrealimentado por cuatro turbos nunca va a pasar desapercibido.
Pagani Zonda R
Una auténtica obra de ingeniería rematada por una salida de escape cuádruple central de escándalo. Una mecánica V12 de origen AMG, de Mercedes-Benz. Puede llegar hasta los 800 CV de potencia y con él el 0 a 100 km/h se puede completar en menos de 3 segundos.
Jaguar C-X75
Un toque futurista nunca viene mal, como el del prototipo de Jaguar, orgulloso de sus dos turbinas, iluminadas por LED para que se vieran bien a través de la luneta. Inspirado en la Fórmula 1, este sistema de propulsión fue presentado en el año 2010, en el Salón del Automóvil de París.