El campeón del mundo Sebastian Vettel se ha mostrado cauto respecto al GP de EEUU 2013, que se disputará este fin de semana, ya que, según el alemán, el año pasado Austin "parecía más un rallye que una carrera de Fórmula 1".
"El año pasado el coche deslizaba mucho en una pista muy nueva, especialmente en el tramo revirado hacia el final. A veces parecía más un rallye que una carrera de Fórmula 1 por los derrapajes". Además, el piloto de Red Bull ha declarado que la parte del circuito americano más exigente es "la que viene después de la empinada cuesta que hay al principio". "El año pasado me llevó un tiempo colocar el coche correctamente".