La DGT sigue invirtiendo en nuestra seguridad. La última adquisición han sido 50 radares invisibles, denominados así porque funcionan a una frecuencia tan alta que son indetectables para la gran mayoría de los detectores, sistema que desde hace unos meses es ilegal y que equipan algunos coches.
Estos radares invisibles, que están implantados en muchos países de Europa y que son imposibles de localizar para el 95% de los detectores, programados para funcionar a frecuencias bajas, sustituirán a algunos cinemométros viejos. Además, y según el Confidencial, algunos de ellos se instalarán en varios Citroën C4 Picasso de color gris y verde, concretamente en la parrilla delantera, y el flash donde debería ir ubicado el antiniebla, por lo que pasarán totalmente desapercibidos.
Estos radares, que comenzarán a funcionar en las próximas semanas, podrían captar infracciones de velocidad incluso con alta ocupación de coches y hasta en seis carriles al mismo tiempo.
Asimismo, parece ser que la gran mayoría de estos radares invisibles se instalarán en carreteras secundarias y tramos de alta concentración de accidentes.
Foto: Fábio Pozzebom/ABr
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