Sorprendente, así se puede denominar el accidente que ocurrió en una autobahn alemana… que cruza Baden-Württemberg. Un BMW M5 F10 circulaba a 300 km/h por la carretera cuando tuvo que dar un volantazo para esquivar a un coche que se incorporaba. El conductor, de unos 60 años, no pudo controlar el vehículo, lógicamente, y golpeó contra la mediana, pasó al otro sentido de la vía y dio unas cuantas vueltas de campana, acabando finalmente fuera de la autobahn.
Los pasajeros, el piloto de 60 años y su hijo de 20 –y el perro que iba en el vehículo- sobrevivieron a tal accidente, aunque sufrieron heridas de gravedad. Tuvieron suerte de que otros dos hijos circulaban detrás del ellos con sendos M3 y M6. Fueron las personas que apagaron el fuego que se originó en el coche del siniestro.
Por suerte, y según autoblog.nl, esta historia tiene un final feliz. Lo cierto es que a 300 km/h cualquier vehículo, por caro que sea, tiene todas las papeletas de desaparecer, lo mismo que sus ocupantes; solo tienes que ver como queda un Ford Focus si se estrella a 193 km/h contra un muro de hormigón.