Un buen camuflaje
Con los coches de la DGT el conductor deja de cometer una infracción (por ejemplo, frenando o dejando de usar el teléfono móvil) en el momento en los que los ve. Incluso si están camuflados, sospecha. Con un camión rotulado de trabajo este componente se elimina, pillando in fraganti a los infractores.