Fugas y pérdidas
Con las altas temperaturas que hay en verano suelen evaporarse un mayor número de gases si se da alguna fuga o pérdida. En ese caso, con que tan solo haya una pequeña chispa se generará un incendio en el coche. Y es que el vehículo contiene varios fluidos muy inflamables, no solo es el combustible. Como por ejemplo, el aceite del motor o diversos fluidos hidráulicos.