Agrado de conducción

Sí, es verdad que un coche diésel no es tan refinado como uno de gasolina. Sin embargo, a lo largo de los últimos años han mejorado no solo en reducción de la contaminación, sino también en agrado de conducción. Las mecánicas de este tipo vibran, pero están muy bien aisladas, por lo que esas vibraciones son testimoniales en el habitáculo, especialmente en modelos premium.
Las averías más comunes en los motores diésel